Otros años por estas fechas era frecuente decir lo de ¡Feliz Año Nuevo! que pases felices días y no sé cuantas monsergas más. Todas estas expresiones acuñadas por la moda de vivir un tiempo de felicidad, a todas luces aparente más que real, son propias en los días previos a la Navidad. Esos días que deseamos felicidad sólo se circunscriben a los que van del 24 de Diciembre al 7 de enero. ¿Y el resto del año?
No tener trabajo, estar rodeado de personas que tampoco lo tienen, hace difícil lo de tener un mínimo de felicidad. Por mucho que lo desees.
Una infelicidad que a veces se agrava por las inconcebibles medidas que desde los sesudos cargos de diferentes gobiernos se adoptan. Y si no, ¿Qué me dicen de las medidas que ha adoptado el Gobierno de Navarra que, aparte de tener una remuneración ajustada a la responsabilidad del cargo, se ponen un complemento, ahora eso sí, transparente? ¿No es una irresponsabilidad en general y más ahora que muchas gentes lo están pasando realmente muy mal?
¿Qué opinan de la medida de modificar la Renta Básica, esa que reciben muchos parados de larga duración que no son los marginados de toda la vida?
¿Qué piensan de que ahora las personas deben cumplir más requisitos para poder optar a esa Renta, tan necesaria para poder ir tirando y no crear más desarraigados?
¿Por qué siempre se aprieta a los más necesitados?
¿Quién se cree el efecto llamada? No sigo porque las razones que se han expuesto para esta modificación legal, son un sarcasmo.
¿Y los recortes que también este Gobierno de UPN-PSN, plantean para el Hospital Reina Sofía, que se traducirán, si no lo remediamos, en despidos?
Pero no todo va a ser malo, en estos momentos ha llegado a la Moncloa, con el voto de muchas personas de clase media-baja, un tal Don Mariano. Me dice un compañero de trabajo todo serio, este va a hacer correr el dinero. Es lo que hace falta, no tanto intervencionismo como defiendes tú.
Eso si, de su boca no ha salido una palabra de lo que va a hacer, aunque lo intuimos. De su despacho ya ha salido todo el elenco de banqueros de este país. No quiero aguar la fiesta, pero esto no lo remedia ni la caridad. Y menos si no se corrige tanto desmán, interviniendo lógicamente los gobiernos desde Europa hasta el de Navarra.
Mientras tanto que cada uno busque la felicidad donde pueda, parece que este año, se cotiza cara. Hay poco de eso en el mercado.
