Tudela

El Parque de la Champiñonera se abrirá en primavera

El parque de la Champiñonera podría abrirse para la próxima primavera, si se cumplen las previsiones de la edil de Urbanismo, Mariví Castillo, quien adelantó que “la empresa Obenasa ha confirmado que asumirá los arreglos y que dará comienzo a las obras después de Navidad”. De no ser así, la concejala de Tudela amenazó con ocupar el parque de la antigua champiñonera tudelana, tal y como ya anunció en septiembre pasado cuando instó a la empresa adjudicataria a asumir los fallos que detectados en el proyecto que se ha visto retrasado en más de 12 meses.

Plaza 13 de Agosto

Al hilo de los retrasos que afectan a buena parte de las obras municipales, Castillo justificó el caso de algunas, como el teatro Gaztambide en el hecho de que “no sólo dependen del Ayuntamiento, como en este caso, del Ministerio de Vivienda que fue el que adjudicó las obras”. Estas declaraciones fueron realizadas por la edil tudelana antes de celebrarse la última sesión de la Junta de Gobierno Local en la que, precisamente, se aprobó después por vía de urgencia la redacción del proyecto de equipamiento escénico del emblemático teatro, con un presupuesto de 21.900 euros. El contrato recayó en la empresa Ingenio, Desarrollos de Ingeniería e Instalaciones S.L, siendo cuatro el total de entidades que concurrieron al concurso. Este acuerdo se tomó después de que el punto relativo a la aprobación por el Ministerio de Vivienda de la Certificación de las obras “Adecuación y equipamiento el Teatro Gaztambide” fuera retirado del orden de la sesión por falta de documentación que debía remitir al Consistorio el mencionado Ministerio.

Por otra parte, la Comisión de Hacienda y Cuentas del Ayuntamiento tudelano ha propuesto para su aprobación en la próxima sesión plenaria denominar “Plaza 13 de agosto” al espacio que existe entre la calles Carnicerías y Fuente del Matadero (frente al local de la peña Mosquera) y que, a falta de un nombre propio desde su construcción, era conocido como “plaza Roja”. Así, próximamente, se procederá a colocar la correspondiente placa en el lugar mencionado, sin que ello afecte a los números de policía actualmente existentes en los accesos. Cuentan las crónicas que el 13 de agosto de 1937, tres aviones rusos soltaron nueve bombas desde el cielo, cuyos objetivos eran la central eléctrica, la de teléfonos, el Cuartel de la Guardia Civil y el puente del Ebro. Si bien ninguna alcanzó estos puntos, se produjo una enorme tragedia, dado que causó 13 muertos y 20 heridos en memoria de los cuales el Consistorio se ha optado por denominar así a esta plaza hasta ahora sin nombre.