Cascante

El Murchante estudia sancionar a quienes profirieron insultos racistas

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La denuncia pública de Elena Pascual sobre los continuos insultos racistas que sufre su hijo, jugador de unos de los equipos alevines del San Javier, en los diferentes campos de fútbol de la Ribera, ha sacado a la luz la violencia verbal que se vive en este deporte, incluso en las categorías inferiores. “Hago un llamamiento a la Federación, a los padres y a los entrenadores para que este tipo de acciones no vuelvan a suceder o tengan un castigo. El que es mala persona o ignorante lo va a seguir siendo, pero por lo menos que sepan que van a ser sancionados”, indicó la madre del jugador.

La otra versión

La gota que colmó el vaso fue el último encuentro de liga que enfrentó al San Javier A y al Murchante B y en el que desde el banquillo, según Pascual, se refirieron a su hijo como “puto negro de mierda” o “hijo puta negro”, además de escupirle. “El entrenador se encogió de hombros ante esta actitud y los padres se sonreían. Y nada de esto fue reflejado en el acta”. Finalmente el portero del Murchante fue expulsado del encuentro por proferir este tipo de insultos y también el hijo de Pascual, que respondió a los contrarios con palabras malsonantes. Esta decisión arbitral fue bien vista por la madre porque “si pido que lo hagan cuando se lo hacen a él, también me parece bien que le saquen del campo cuando él lo hace”. “Si hubiera habido sanciones no hubiera convocado esta rueda de prensa, pero ya estoy harta”, subrayó.

David Jiménez, coordinador de las categorías inferiores, se acercó hasta el lugar de la rueda de prensa para hablar con la madre afectada a la que le pidió disculpas por la actitud de su guardameta. Aunque quiso destacar que estaba respondiendo a los insultos que él había recibido anteriormente y que tampoco habían sido reflejados en el acta arbitral. Por la tarde, el club de Murchante comenzó las diligencias para obtener el mayor número de opiniones sobre lo ocurrido y establecer las correspondientes sanciones. “No queremos que se nos achaquen actitudes racistas porque tenemos en nuestros equipos a 11 jugadores de otras razas. Este tipo de problemas los solucionamos de otra forma, no echándole la bronca en el momento sino buscando un castigo que haga reflexionar al chaval. De hecho ya hemos tenido a un chico apartado del equipo durante un mes por este tipo de actitudes”, indicó Jiménez.

Los jugadores murchantinos y los padres que presenciaron el encuentro señalaron que desde el banquillo no se dijo nada “y si pasó -reconoce el entrenador Víctor Catoira- yo no me enteré”. Ante estas declaraciones, Elena Pascual se puso en contacto con Catoira, quien ha declarado sentirse muy afectado por este asunto, para excusarse por haberle acusado de no haber hecho nada al respecto cuando su hijo estaba siendo insultado.