Tudela

Nassim Hassaous, de Tudela al olimpo europeo

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Hace unos cuantos años, Nassim Hassaous (Las Palmas de Gran Canaria, 1994) no habría imaginado que, al atravesar el circuito de la localidad francesa de Hyerès, estaría peleando por un puesto en el top-ten del Campeonato de Europa de Cross sub 23. “Iba pasando a rivales, progresando y encontrándome mejor. Empecé a ver que quedar entre los diez primeros era posible”, cuenta desde el otro lado del teléfono. Transmite tranquilidad, serenidad. Acaba de terminar los exámenes de enero en Valladolid (allí estudia Historia), un mes después de conquistar, en aquel circuito punzante y rompepiernas, la medalla de oro con otros cinco compañeros de la selección española. Era su primera internacionalidad, algo probablemente inimaginable cuando se formaba en el club tudelano Ribera Atlético, su verdadera cuna deportiva.

Explosión tardía

Hassaous, de hecho, se define como “tudelano de corazón”. No es para menos. A la capital ribera llegó con 3 años y en ella pasó su infancia y adolescencia. En las pistas del estadio municipal Nelson Mandela ha entrenado durante centenares de tardes, aunque le costó comenzar en el atletismo. “No llevaré más de 8 años corriendo”, confiesa. “Empecé en carreras y crosses populares. Al ver que se me daba bien, me animé a apuntarme al club”, cuenta quien ahora es considerado una de las promesas más interesantes del fondo español.

La vida de Hassaous inició un cambio bastante importante en 2012. Con 18 años, la posibilidad de estudiar le llegó y se decantó por Valladolid y la carrera de Historia. El atletismo no iba a quedar en un segundo plano, sino todo lo contrario. “Ya destacaba algo a nivel regional en Navarra y en el primer año en Castilla y León, pero al conocer a Uriel Reguero di un paso más”, relata el ex del Ribera Atlético. Con Reguero, su actual entrenador, cambiaron las rutinas de preparación y Nassim fue potenciando poco a poco sus cualidades más destacadas.

Plata en los nacionales

En su primer año en tierras castellano-leonesas, pasó además a entrenarse prácticamente los 7 días de la semana, un nuevo desafío que se le presentó como una experiencia reveladora. “Me di cuenta de que con ese plus de trabajo y de esfuerzo, tomándome el atletismo un poco más en serio, podría llegar a conseguir cosas grandes”, afirma. Las cosas grandes, aun así, no suelen llegar si antes no se ha aprendido de las más pequeñas, pero no menos importantes. “El espíritu de equipo, el buen ambiente en el grupo de entrenamiento... son cosas que siempre me quedarán de mi paso por el Ribera Atlético, gracias a compañeros con los que tengo unos lazos muy fuertes”, se sincera. “Me escribieron muchísimos mensajes de ánimo antes de la carrera de Hyerès y después, al conocer el resultado. Y con la medalla se hicieron fotos todos cuando estuve por Navidad en Tudela”, añade.

A finales de la temporada de verano de 2015 llegó el primer resultado reseñable en la trayectoria de Hassaous, precisamente coincidiendo con su andadura de la mano de Reguero. Fue en el Campeonato de España de 3.000 obstáculos, en el que cosechó la medalla de plata.

A partir de aquel logro, por la mente de técnico y atleta rondó con más fuerza que nunca la idea de que Hassaous tenía posibilidades reales de obtener un hueco en la selección española sub-23 para ser de la partida en el Campeonato de Europa. Una plaza cara, aunque accesible vista la progresión que había experimentado y su irrupción en los nacionales.

Hassaous lo logró. Viajó a Hyerès junto con Carlos Mayo, Houssame Benabbou, Jaime Escriche, Mohamed Ali Jeloul y Jorge Blanco. A nivel personal, su objetivo era claro y tenía mucho que ver con esos años en los que, de alguna manera, la presión en las carreras no se imponía a las ganas de disfrutar. “Tenía idea de quedar entre los 20 ó 30 primeros, no más. Sobre todo, quería disfrutar la experiencia, ir a aprender”, cuenta.

Al ver el circuito, Nassim visualizó la carrera en su cabeza, consciente de que, quizás, podía ser capaz de superarse a sí mismo y dar la campanada. “Se trataba de un trazado con muchos cambios de terreno, subidas y bajadas... levaba un año entrenando a ritmos muy altos y se adaptaba a mis características”, asegura el atleta ribero. De ahí, a la remontada en la parte final y a un debut soñado, culminado con el oro por equipos. “Teníamos en mente andar cerca del podio, pero quizás no tan arriba”, afirma.

La temporada invernal de crosses se pondrá en marcha en breve, y Hassaous ya piensa en sus próximo objetivo de enjundia, que no es otro que el Campeonato de España Individual de Cross, previsto para marzo en Calatayud. “En la temporada de verano quiero preparar el 3.000 obstáculos y el 5.000 lisos”, añade el atleta tudelano, que todavía saborea la medalla obtenida en Hyerès, agradeciendo todas las muestras de cariño que sus compañeros, familires y amigos le brindaron tras semejante éxito. “La oleada de felicitaciones nada más cruzar la linea de meta fue increíble. Es muy bonito ver cómo te llega todo ese apoyo en esos momentos”, recuerda.