Tudela

Esto es La Caldera

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Una casa se defiende con uñas y dientes. Un hogar no se regala, no se entrega a las primeras de cambio, ni en las películas ni en las guerras, ni en la vida real. Tampoco en esto del fútbol sala, en la Primera División, donde cada punto cosechado como local vale un potosí. En eso, el Aspil-Vidal Ribera Navarra FS es un equipo afortunado, porque contar con el empuje y la atmósfera de La Caldera se asemeja más que nada a una poción mágica. Ante el Jumilla, los de Pato han cosechado su segundo triunfo doméstico en lo que va de torneo liguero (6-4), sudando de lo lindo, sufriendo tras una primera parte cargada de errores y dejándose llevar por la marea naranja en la recta final de un partido que se estaba enquistando en exceso.

Pato ya había avisado del potencial del Jumilla, de la velocidad y el desparpajo de sus jóvenes y atrevidos jugadores. Una especie de Aspil-Vidal como los que se han visto en los últimos años por Tudela, pero con menos caché en los nombres propios. El conjunto murciano no ha pasado en absoluto como un rival menor, dejando claro que obtener recompensa en esta Liga no va a resultar tarea fácil para nadie. Así, con desparpajo y sin complejos, comenzó el Jumilla su intento de asalto al Ciudad de Tudela. Como en un combate de boxeo con ganchos y directos desde el inicio, sin demasiados tanteos, ambas escuadras se lanzaron a por el gol a base de rápidas transiciones y buenas ayudas en la presión.

En una falta lejana, justo en uno de los momentos en los que la pausa reinaba sobre la pista y el ritmo había decaído un poco, el conjunto visitante se encontró con un gol inverosímil, ya que el disparo directo de Terry no encontró respuesta de Molina y se coló en las redes para asombro de jugadores y afición. Un varapalo inesperado. Los hombres de naranja no se arrugaron y respondieron no sólo una, sino tres veces. De manera certera y buscando abrir una brecha significativa. Primero Andresito, culminando una gran jugada colectiva, colocaba el empate. Cuando restaban menos de 5 minutos para el final de la primera parte, en apenas segundos, Pedro y David sorprendían a Fede desde la derecha y con poquísimo ángulo con sendos disparos secos y duros. Todo pintaba como en un guión de color de rosas.

Pero el Jumilla no quiso entregar la cuchara tan fácilmente. Aprovechando primero un despiste defensivo, Negro acortaba distancias un minuto después del tercer tanto local y, ya en las postrimerías de la primera parte, Javaloy aprovechaba un regalo en la salida de balón para fusilar a un Molina sólo ante el peligro. Los de Pato se complicaban la vida y pagaban su poca contundencia en tareas defensivas. Pero había tiempo para mejorar.

Aún así, la tarea no resultó en absoluto liviana. No arrancó el Aspil fino en la segunda mitad, en la que desaprovechó dos ocasiones clarísimas de poner tierra de por medio. En las dos, Hamza, sólo ante la portería, no acertaba a rematar con rapidez y precisión y se veía superado primero por la brava defensa marciana y después por la falta de puntería. El ceutí, no obstante, se creció y fue de menos a más, siendo clave en labores de contención en los minutos decisivos. En esos minutos precisamente emergió la figura de Luisma. El ala-pívot logroñés siempre regala esfuerzo y trabajo de equipo a raudales. Esta vez le tocó a él definir y marcar el 4-3, a falta de 7 minutos, tras una jugada y asistencia espectaculares de David Pazos. La Caldera, poco a poco, volvía a ser La Caldera.

Precisamente Pazos redondearía su buena segunda parte con un trallazo desde la derecha que se convertiría en el 5-3. Quedaban 6 minutos y el Jumilla, que acusaba ya el esfuerzo físico, parecía tocado y hundido. Pero no. Todavía restaba una muestra más del orgullo de la escuadra murciana, que encontró en Terry a su hombre machacón para con la defensa ribera. Un tanto suyo a falta de dos minutos, cuando ya echaban todas sus cartas al portero-jugador, seguía manteniendo viva la llama de la esperanza visitante. Por suerte, el Aspil-Vidal supo aprovechar la siempre arriesgada apuesta del 5 para 4 y Rubi culminó el triunfo de los locales a falta de menos de un minuto. Había costado una buena dosis de tajo y desgaste, pero La Caldera siempre es La Caldera.

Ficha técnica:

ASPIL-VIDAL: Molina; David, Roger, Andresito, Joselito -cinco inicial- . También jugaron Rubi, Pedro, Lucho, Hamza, Luisma y David Pazos.

JUMILLA CANCHELO: Fede; Juandi, Simón, Orzáez y Cristian Rubio -cinco inicial- . También jugaron Negro, Terry, Macías y Javaloy.

ÁRBITROS: Gallo Suárez y Velasco Martínez. Amonestaron con amarilla a hamza, Rubi y Lucho por el Aspil-Vidal y a Fede y Juandi por el Jumilla.

GOLES: 0-1, m.9: Terry. 1-1, m.11: Andresito. 2-1, m.16: Pedro. 3-1, m.16: David. 3-2, m.17: Negro. 3-3, m.18: Javaloy. 4-3, m.32: Luisma. 5-3, m.33: David Pazos. 5-4, m.38: Terry. 6-4, m.39: Rubi.

INCIDENCIAS: Unos 800 espectadores en el Ciudad de Tudela, entre ellos Juanma Garro, gerente de Lacturale, empresa con la que el Aspil-Vidal acaba de firmar un acuerdo de colaboración. El técnico del club Jorge Moracho realizó el saque de honor.