La hostelería se muere, o más bien la están dejando morir lentamente acusándola que es fuente de contagios, cuando es uno de los sectores que más respeta la legalidad de las medidas de protección ante el COVID-19. Nadie desea ir en contra de sus propios intereses, nadie echa piedras a su propio tejado y la hostelería y lugares de ocio, son los primeros interesados en llevar todas las medidas de protección y respetarlas en su totalidad para proteger sus negocios y con ello salvar una parte muy importante de la economía local y nacional. Salvar el puesto de trabajo de esos miles de personas que dependen de un sector tan estratégico como es el ocio, en todas sus vertientes, bien a través de la restauración, el gasto-ocio o cualquier otra alternativa que se deriva del sector de la hostelería.
Salvemos el sector de la hostelería, tan importante en la parte social de las personas a través de sus día a día, en el que disfrutar de un rato de ocio junto a nuestros amig@s, personas cercanas o bien sencillamente por sentirnos vivos y humanos a través de la interacción con otras personas, disfrutando de buena música en directo o un recital de poesía o cualquier otra actividad cultural en directo en cualquiera de los bien preparados locales, disfrutando de una buena bebida y una tapa exquisita.
Salvar la hostelería, preparando y formando a sus empleados a través de ayudas de formación por parte de las instituciones, para dar como ya se da un servicio de calidad en el que los clientes se sientan como en su propia casa, disfrutando de esos momento tan necesario en nuestras vidas de relajación y disfrute.
Salvar la hostelería para que siga siendo esa parte tan importante en nuestras vidas y que se convierta en lugares con una visión de miras que va más allá, de ser solamente un lugar donde poder tomar una copa y pueda ser a la vez un lugar donde la cultura en todas sus formas pueda tener lugar.
Salvar la hostelería para que podamos seguir seres sociales y humanos que se relacionan y que no solamente ocupemos una única función que sería trabajar y regresar a casa para descansar y volver a trabajar, en un bucle sin fin.
Necesitamos que la hostelería, reforzada y reformada con una nueva visión de futuro en cuanto a la forma de ofrecer sus servicios, siga atendiéndonos y dándonos la oportunidad de disfrutar de sus servicios. Un sector que agrupe y aglutine también las formas culturales como parte de su propia esencia como negocio. Un lugar en el que pueda reírme, relajarme y disfrutar con las personas conocidas y las que no lo son y saber que ese momento será especial y tod@s disfrutaremos del momento de sentirnos relajados y estar en buena compañía, con un@s profesionales que harán todo lo posible por atendernos de la mejor forma posible.
Un sector que tan buenos momentos ha dado a nuestras vidas, necesitamos que recupere el pulso y la vida que antes mostraba, y que en tiempos tan complicados necesitan ser ayudados por las instituciones, y podamos compartirla para poder volver a su actividad norma cuanto antes. Necesitan ayudas tanto para poder sobrevivir ante los tiempos tan extremos y difíciles que les toca vivir, como asimismo necesitan ayudas para reestructurar el sector a nivel de formaciones propia de su actividad y generando ideas que lleven a que se adapte a los nuevos tiempos y dar un servicio basado en la calidad de lo ofertado e ideas de creatividad y para ello como en otros sectores hacen falta ayudas por parte de las institucionespara poner en marcha tales proyectos.
Salvar la hostelería para que puedan seguir formando parte de nuestras vidas y podamos seguir relacionándonos como seres sociales que somos pudiendo acudir de nuevo a sus locales, para degustar y disfrutar de todas aquellas excelencias que siempre nos han ofrecido y podamos seguir disfrutándolas con las personas que nos rodean y que son, al fin y al cabo, las que completan nuestras vidas en el denominado ámbito del ocio y la cultura, entendiendo estas en cualquiera de sus formas y variedades.
Salvemos la hostelería es parte de nuestras vidas y cultura.
