El llamado “macho alfa” de Podemos parece creerse capaz de conseguir que caiga rendida a sus pies toda mujer que se le ponga delante. En primer lugar en los combates político amorosos con las Tania, Dina, Irene, la Vestringe y las que caigan. Alardea de feminista, pero su machismo le lleva a usar y tirar a las féminas conquistadas. A saber si la infantil cadena de los tres hijos habidos con Irene conseguirá atarlo algo más a la ex cajera de supermercados y hoy esperpénticamente ministra. Iglesias no es fiel ni a las mujeres, ni a España ni al bienestar de los españoles. Es fiel a sí mismo, y quizás a una ideología que, de implantarla en España, le permitirá ser un dictador vomitivo tipo Chaves o Maduro y llevarnos a la mayoría a la miseria.
Además, en su machismo alfa estará probablemente seguro de hacer caer también derrotada a sus pies a Ayuso en el combate político de Madrid. Físicamente Iglesias no es ningún Goliat. Todo lo contrario, es un hombrecillo flojucho. Pero en la lucha política la fortaleza física no importa, y políticamente se cree un Goliat, un campeón invencible. Es fanfarrón y exhibicionista como lo era Goliat, y cree que su fuerza y sus armas dialécticas son invencibles. Ha saltado a la arena de los gladiadores políticos de Madrid dispuesto a liquidar a la frágil David Ayuso sin despeinarse la coleta o el moño.
Efectivamente Ayuso nos recuerda a David. Ya antes de enfrentarse contra el Goliat de pacotilla que es Pablo Iglesias, ha luchado con gran valor en batallas muy duras contra ese Goliat superpoderoso que es el Gobierno central y ha salido muy bien parada. Además, su convocatoria de elecciones ha echado por tierra los planes del Goliat de la Moncloa, y no hay duda de que éste pondrá en acción a todos sus peones mediáticos para destrozar a la pequeña y bastante sola David Ayuso. Recuerda también a David en su agilidad, en su ligereza y en su valor. David se sintió incómodo con la pesada armadura de su jefe Saúl que le pusieron antes de salir a luchar con Goliat, y que se quitó para el combate.
A Ayuso tampoco se le ve dispuesta a envolverse en las armaduras y oropeles pesados del poder, y lo suyo es la sencillez, el lenguaje claro y directo que habla el pueblo. La Biblia dice que David se metió cinco piedras en el zurrón y que le bastó disparar una sola con la honda para darle en la frente a Goliat y hacer que se desplomara inerte y le cortara fácilmente la cabeza. Veremos si Ayuso mete en su zurrón argumentos y razones contundentes que demuestren a los madrileños lo peligroso que sería para ellos que les gobernase el filisteo Iglesias, que si puede hará de Madrid una Caracas. Argumentos que consigan que Goliat Iglesias caiga derrumbado y pueda cortarle políticamente la cabeza y acabar con él. Y que derroten también al Goliat de la Moncloa que la combatirá a distancia y con malas artes.
