Opinión

Tras su muerte, queda el espíritu de Javier

Tras el dolor se impone la reflexión. Dolor, mucho dolor, nos causó la muerte de Javier Martínez Llort. Una gran tristeza nos invadió y nos llenó de pena. Rabia por la pérdida de una vida, de un chaval joven, de uno de los nuestros. Han sido unos días duros para todos, pero mucho más para su familia, amigos y compañeros de trabajo. No hay palabras para describir tantos sentimientos y emociones, intensas y profundas que todos hemos vivido estos días.

Pero ahora se impone la reflexión sobre lo sucedido en la última semana en Tudela. Y estoy de seguro que Javier, allá donde esté, se sentirá muy orgulloso de su madre Esther; sus hermanos, Ramón y Esther; de su novia Lorena y de sus amigos, por la forma en que han reaccionado ante tan execrable crimen. Y yo, como alcalde de Tudela, también me siento orgulloso de todos vosotros porque en vuestros actos está la responsabilidad y en vuestras palabras la sabiduría, y habéis dado un ejemplo a toda la ciudadanía con vuestro comportamiento. Una lección difícil de olvidar.

La fecha del 11 de abril marcará un antes y un después. Tudela no será lo que era con la muerte de Javi, Nunca nos abandonará su recuerdo, ni su espíritu, plasmado en las palabras que se escucharon el sábado en la Plaza de los Fueros cuando mostrabais vuestro rechazo a la violencia y a favor una convivencia plural. Tudela siempre ha sido una ciudad pacífica donde han sabido convivir en paz diferentes culturas y religiones, y así seguirá siendo. Hay espacio para todos, pero para todos los que quieren vivir en paz. Aquí no hay lugar para los intransigentes ni para los violentos, sean de donde sean. Más de 7.000 personas gritamos en silencio tu ausencia y pedimos castigo para los culpables y muchos más que no pudieron asistir mostraron igualmente su solidaridad con la familia y su repulsa ante una acción tan vil.

Hemos escuchado vuestras voces y nuestro deber ahora es intensificar nuestro esfuerzo para conseguir hacer una ciudad que sea, como dijisteis “ejemplo de convivencia plural”. Pero también es cierto que cuando aplicamos los principios de convivencia, respecto y responsabilidad, sobran otro tipo de elementos disuasorios que indudablemente también son necesarios para combatir a todos aquellos que vienen a enturbiar esa convivencia pacífica, por lo que siempre se ha caracterizado nuestra ciudad.

La verdad es que es para sentirse orgulloso de vivir junto a personas como Ramón, sus amigos y los de su hermano Javier; jóvenes todos ellos llenos de vida y que son el presente y el futuro de nuestra sociedad, personas sensatas y cabales que engrandecen el sentimiento de ser tudelanos, riberos y navarros. Y también de cuantos el sábado acompañaron en silencio a la familia en estos momentos de dolor.

Todos, con nuestra actitud, hemos dado un ejemplo de convivencia y tolerancia Mi deseo es seguir dándolo porque como decía Javi “no hay mejor sitio para vivir que Tudela”.