Opinión

Sí, pero mal

Despues de la historia más negra de la alcaldía de Tudela, 44 millones de deuda y una sensación de impotencia brutal ante 8 años de barbarie de incompetencia extrema, llega un soplo de aire fresco.Yo que soy de derechas, veo con sentimiento de sorpresa, agrado y admiración gestos como los de un nuevo alcalde que lejos de ser políticos  parecen de sentido común y de tener corazón. Estos gestos jamás, y digo jamás, se los he visto a la anterior corporación. Los de conceder todo tipo de prebendas a según quién, (eso sí) como a la Mancomunidad de Residuos terreno gratis, incluido cuando a los ciudadanos cada vez nos cobran más de residuos. ¿Por qué esta empresa que procesa el 90% de la basura de Navarra con los beneficios que eso conlleva no hace los servicios gratis a Tudela? Eso es por lo que hay que pelear, por hacer la vida más cómoda al ciudadano y que tenga que pagar lo menos posible. Si no, ¿cómo va a vivir? Son pensamientos fundamentales para cualquier político que se precie. Se llama política social, pero hasta para eso hace falta tener algo que nuestro nuevo alcalde ha demostrado tener el primer día: se rebaja el sueldo a la mitad (sentido común y unión social) y deja lanzar el cohete a una persona no querida en Tudela, sino adorada como hombre y maestro, -nuestro querido Perico- que el señor le dé salud muchos años para seguir cuidando a nuestros hijos muchos años.

Metáfora para reflexión: Había un señor cambiando una rueda, era mayor y llevaba por lo que contaba 30 años haciendo lo mismo. Un día vino un chico joven a cambiar una rueda y al ver cómo soltaba la rueda le comentó: Usted podría hacer palanca con el cuerpo y reducir el esfuerzo de tirar para aflojar los tornillos a lo que Él le increpó: tú me vas a decir a mí si llevo 30 años haciendo esto... A lo que el joven le respondió: sí, pero mal. Quizás llega la era del cambio desde la confianza y la pluralidad. Ya veremos, bien empiezan.

Cardelina tudelana