Opinión

Parados sin cuerda

El Subsidio por Desempleo, el po-pular “Paro”, es una ayuda, y se está convirtiendo en una forma de vida.

Las empresas están demandando puestos que no se cubren porque no hay en el mercado laboral gente preparada y que quiera trabajar de verdad, y la gente de a pie se ha alejado completamente de cánones como el esfuerzo y la implicación seria en proyectos empresariales. Existe una incomunicación completa entre los intereses de empleados y empleadores, y la realidad social prima la conciliación de vida laboral y personal a costa de las personas y las PYMES, alejándose de contemplar con seriedad parámetros lógicos en los puestos...

El problema de fondo es que en este país nos hemos vuelto ricos de pronto. Aquí no trabaja de verdad ni Dios. Y ello ha permitido dar cabida a tantísimos inmigrantes que, guste o no, nos han ayudado a sacar las castañas del fuego y llegar al nivel de desarrollo actual. Así, el empresariado se ha acostumbrado a años en los que las cosas iban bien y había márgenes y beneficio, y por otro el trabajador autóctono se ha tomado como un hobby su puesto, porque ha habido tanto empleo que uno podía estar cambiando de empresa constantemente, eligiendo ambiente, puesto, actividad, responsabilidad y sueldo sin demasiadas trabas, y ahora las cosas han cambiado.

No debemos ser pesimistas, vivimos en esta tierra como nunca antes, y aunque las cosas están más difíciles las perspectivas son buenas. Pero debemos cambiar nuestras actitudes, valorar el trabajo y el esfuerzo como se merecen, y dar categoría y calidad a la responsabilidad laboral. Hay que empezar a hablar de productividad y de una optimización de procesos unida al famoso I+D+i, de este modo daremos cuerda para rato al nivel de vida alcanzado, ¡nos lo merecemos!