Aquí se mira atrás. Se celebra Todos los Santos en el mundo llamado cristiano y es momento de duelo, de recuerdo. Se mira la vida pasada y hacia aquellos que nos dejaron. Sea por amor, sea por respeto, la vista se torna, y los cementerios se llenan de flores.
Sin embargo, en el mundo anglosajón es una gran fiesta. Halloween, de origen celta, ha llegado hasta la sociedad de hoy popularizado y frivolizado por todo tipo de intereses, haciéndonos ver de qué forma tan distinta entendemos las cosas. Lo que aquí es muestra de condolencia, allá motivo de algarabía.
Aquella gente vive de otro modo el pasado. Aquí la memoria es un castigo, allá una ocasión para el disfrute y la colectividad. Es otra realidad en la que la esperanza impide ser reaccionario.
En nuestra cultura preocupa el pecado, no la redención, en otros lares, lo que cuenta es la voluntad, no el sacrificio.
Sorprende por ello en este tiempo de egoista individualismo tanta demostración, tanto pase, tanta procesión...
