Aunque ya se sabía, quizás muchos no lo recordaban y ello les va a causar sorpresa y cierta decepción: la nueva Ley del Libro entró en vigor el pasado mes de junio, lo que se traduce en que quienes hayan encargado los libros de texto de los niveles obligatorios en los hipermercados, este año no se van a beneficiar de unas rebajas de hasta el 25% en su precio, aunque sí del 5% en los de Infantil y Bachillerato, la mejor tasa que permite la ley. La nueva normativa ha liberalizado el precio de los manuales y ya no permite los descuentos libres, una comprensible demanda que editores, libreros y distribuidores habían planteado. Los libreros, al igual que los padres, piden asimismo, con acierto, que los libros de la enseñanza obligatoria sean gratuitos. Es el próximo paso que debe dar la Administración.
