Opinión

Ingerencias, invasión, ocupación, bulas y falsedades

El pasado día 20 de julio del año 2009, aparecía un escrito del señor don Víctor Manuel Arbeloa, en el periódico sito en Cordobilla, que llevaba por título, 1512 (-1530), donde tras leerlo y ver su argumentación, junto a las preguntas finales, he creído la necesidad de contestarle, intentando fomentar con ello el debate en la sociedad navarra, ante la proximidad de una de las efemérides que mayor repercusión ha tenido sobre los navarros, los 500 años de la invasión y ocupación del Reino de Navarra, realizada por tropas españolas.

Para empezar, me gustaría matizar que el Reino de Navarra no fue incorporado a la nación española, ya que este sobrevivió soberano, al norte de los Pirineos, hasta el año 1620. De facto, usted ya nos informa de ello, al menos de la existencia de dicho Estado soberano de Navarra, en su trabajo titulado, La Corte protestante de Navarra (1527-1563) de la revista Panorama, nº 20, editada por el Departamento de Educación y Cultura del Gobierno de Navarra, en el año 1992.

Es cierto, que un 7 de julio del año 1515, en la corte de Burgos, el monarca español Fernando II de Aragón, el cual también regente de Castilla y León, sin contar con la presencia, ni la aprobación de navarro alguno, ni siquiera de aquellos que le había apoyado durante la invasión del año 1512 y que incluso habían realizado un juramento de adhesión al rey español, en las ilegítimas cortes realizadas en Iruñea el 23 de marzo del año 1513, se selló con timbre español, no lo olvidemos, la incorporación del Reino de Navarra a la corona de Castilla, lo que significó la perdida de la soberanía y de la libertad para los navarros, algo que en muy poco tiempo comprobaron aquellos que le apoyaron esos años, los beaumonteses, que ante la posibilidad de un contrato matrimonial en el año 1540, entre la princesa de Biana, Juana de Albret y el príncipe de Asturias, Felipe de Habsburgo, enviaron un memorandum, al rey de los navarros, Enrique II el Sangüesino, como usted creo que bien sabe y donde aparece el siguiente párrafo:

«Quanto a lo que pertenesce a V. Alteza, según lo que solía extender este Reyno antiguamente como es pública voz y fama que era señor de Guipúzcoa, Vizcaya y Alaba y mucha parte de Rioja, hasta el holmo de Burgos; como por la sepultura que antiguamente los reyes de Navarra tenían en Nájera y otras ciudades y villas que hoy en día parescen las armas de Navarra; anssí como en Logroño y en otros lugares y de poco acá se han borrado.(…)>>