A nadie escapa la gran temporada que Osasuna viene desarrollando en el fútbol español, con ese liderato histórico que sorprende a propios y extraños, no sólo en nuestro país, sino también en el panorama futbolístico europeo. Pero un club deportivo no sólo son resultados deportivos, sino que va más allá. Cualquier club o sociedad, bien sea cultural o deportiva o gastronómica, se debe a sus socios, a sus abonados, a sus aficionados. Sin el respaldo de éstos, un club no es nada.
Hasta hace poco, yo pensaba que Osasuna era el equipo de TODOS los navarros, pero he visto que no es así. Me explicaré: el pasado sábado 12 de Noviembre se inauguraba una nueva Peña Osasunista, llamada "Sentimiento Rojillo", en Ribaforada. Desde el club rojillo se habían comprometido en los días previos a que a la inauguración acudirían 3 jugadores de la primera plantilla. Los chavales habían puesto ilusión y esperaban con ganas el momento, pero desde el club se dirigieron a la directiva de la nueva peña, comunicándoles que no iba a acudir ningún jugador y que a cambio se presentaría algún miembro de la junta directiva de osasuna. Por supuesto, desde la peña se dijo que si no iba ningún jugador, tampoco fueran directivos, como así sucedió.
Y me pregunto: ¿No se supone que Osasuna es el club de TODOS los navarros? Tan navarros somos los de Ribaforada como los de Vera, como los de Sangüesa o como los de Estella, por poner 3 ejemplos. ¿Acaso los de la ribera tudelana no somos navarros, o somos navarros de segunda? Me parece una falta de respeto hacia un buena parte de aficionados, que al fin y al cabo, son los que hacen grande a los clubes.
Firmado: un navarro de la Ribera del Ebro,
