Opinión

El veneno destruye el patrimonio natural de Tudela

Nadie, en su sano juicio, entendería que un particular al que le molestase la sombra que le producen las torres de la catedral, tomase la justicia por su mano y un día decidiese alquilar una pala excavadora y destrozar una de las torres de nuestra catedral de Tudela.

Algo similar, a todas luces rechazado por todos los tudelanos, ha ocurrido en nuestro municipio, pero en vez de ser el patrimonio histórico ha sido el afectado el natural, que es igual de importante.

ECOLOGISTAS EN ACCIÓN DE NAVARRA, tuvo conocimiento este verano de que habían sido detenidos por la Policía Foral, 5 personas a las que se les acusaba de ser los presuntos autores de la muerte de más de 120 rapaces. El hecho objetivo, es la muerte de ese enorme número de rapaces de las especies: Milano real, Alimoche, Milano negro, Aguilucho lagunero y Ratonero. Los jueces decidirán, si estas personas son culpables o no de este delito medioambiental, que no ha ocurrido en un lugar lejano, sino aquí al lado, en nuestro pueblo, en nuestra naturaleza más cercana.

Parece ser que estas rapaces, han muerto por el uso indiscriminado de veneno. ECOLOGISTAS EN ACCIÓN DE NAVARRA, ya denunció en el año 2011, la muerte de tres Milanos reales, que estaban en unos árboles en el interior del Coto de Tudela.

Ha pasado poco más de un año, y esto no ha disminuido, sino que los delincuentes han aumentado su dosis mortal de veneno y esta vez ha sido más de un centenar las rapaces muertas, en Cotos de Caza de Tudela y de Cintruenigo.

El uso de una cantidad tan grande de veneno en el medio natural, es lo que posiblemente ha producido la muerte de esas rapaces. Esto es un aprovechamiento cinegético absolutamente desordenado e incompatible con el equilibrio natural, por las incontrolables y muy graves consecuencias que tiene sobre las especies afectadas: Milano real, Alimoche, Milano negro….

Este acto, es contrario a los fines de protección, conservación, fomento y aprovechamiento ordenado de los recursos cinegéticos. Además, con total seguridad, el número de rapaces muertas encontradas, son una pequeña parte de las muertas, ya que muchas son ocultadas o enterradas por los delincuentes, para de ese modo evitar su detección.

El que todavía exista por toda la zona veneno colocado, es un indudable riesgo para la salud pública, ya que su diseminación masiva puede afectar tanto a las personas, como a perros de caza o de paseantes que los puedan comer, o que puedan beber de aguas contaminadas con ese potente veneno. Además, el consumo de piezas de caza de la zona, puede acarrear posibles problemas de salud.

Se deberían tomar medidas de modo urgente, que posibiliten la prevención del riesgo que supone el veneno en el medio natural, la recuperación de los daños producidos a la fauna protegida y una importante restauración del orden biológico alterado por ese veneno.

Estamos esperando a que el Gobierno de Navarra, el Ayuntamiento de Tudela y el de Cintruénigo, actúen de una vez para solucionar ese triste asunto que ha destruido nuestro patrimonio natural. Es posiblemente, el envenenamiento de rapaces más importante de los que se han producido en España.