El pinar de Santa Quiteria
Con cierta frecuencia suelo pasear por el magnifico pinar que tenemos entre la ermita de Santa Quiteria, la central eléctrica, la zona deportiva y el deposito del agua. Resulta ser un espacio natural que muchos tudelanos disfrutamos sin necesidad de coger el coche ni perder tiempo. Vamos, que semejante lujo lo tenemos a un paso de la puerta de nuestras casas, como aquel que dice, y a la vista de cómo lo preservamos, no sé si nos lo merecemos.
Este invierno la basura ha ido creciendo y acumulándose entre los pinos. Algún desaprensivo la ha llevado hasta allí y la ha desparramado, y la primavera ha traído extrañas flores de plástico, papel, ropa y un tufillo a suciedad impropio del lugar. La sensación de placidez que regalaba el bosque a los paseantes se nos ha tornado en desagradable espectáculo y mucha rabia por tanta dejadez.
Pensé ingenuamente que tal vez alguna patrulla de limpieza, de vez en cuando, entre sus cometidos tendría designado el cuidado de este paraje y de ese modo, quizás, volveríamos a tener el pinar limpio. ¡Ingenuamente…! Porque el tiempo va corriendo y por allí nadie ha acudido y todo continúa sucio.
Lo peor de todo es que la primavera dará paso al verano y a lo mejor todos nuestros pinos serán pasto de las llamas. A lo mejor… esto es lo peor si nadie le poner remedio ya.