Cual si de una empresa farmacéutica se tratara, el estado español siempre ha optado por tratar de curar sus enfermedades inventando y desarrollando analgésicos con ratones vascos. Más allá de los procedimientos, en lo que han fallado los doctores de Estado ha sido en los objetivos.
Una y otra vez han utilizado el laboratorio vasco para desarrollar vacunas contra el paro, la corrupción o la lucha por el poder, sin importarles en lo más mínimo las enfermedades autóctonas, como conseguir definitivamente la paz. Por desgracia para este pueblo, el talante de Z.P. nos ha vuelto a meter en vía muerta. Analizando la historia reciente, podemos observar que disponemos de los mismos fármacos para los mismos problemas, eso sí, con mayor dosis y más efectos secundarios.
Siempre he defendido que los elementos para la elaboración del mejor antídoto son: el cese total de la lucha armada por parte de ETA, la desaparición de la tortura, la abolición de leyes que sólo el general Franco se hubiera atrevido a firmar e impiden a la totalidad de los ciudadanos el derecho al voto. Actualmente, estas decisiones judiciales se encuentran en el tribunal de derechos humanos de Estrasburgo pendientes de resolución. Eliminar la cadena perpetua y la política penitenciaria Especial.
Puede cumplir más cárcel un joven por asociación ilícita o quemar un contenedor de basura que por arrojar el cadáver de una niña al Guadalquivir.
El próximo parlamento vasco será antidemocrático con la colaboración de partidos como Aralar y PP, entre otros.
No al uso de la fuerza. Diálogo. Paz. Democracia plena.
Libertad.