Es un secreto a voces, y los grandes gurús, los opinadores y los interesados partidistamente, ya están a la que salta: La organización terrorista ETA está preparando una tregua definitiva para antes de fin de año, y ese podría ser un buen regalo de Navidad para un país que en cuestiones económicas y sociales está retrocediendo posiciones a marchas forzadas. El problema va a ser el de siempre, ¿estarán a la altura de las circunstancias todas las partes? Sin duda alguna, se acerca una etapa que necesita, obligatoriamente, de un debate serio y una altura de miras -sobre todo en los políticos- más que destacable, para cerrar esta triste y lúgubre etapa de la llegada de la Democracia.
