El Ayuntamiento de Cortes ha emitido un bando en el que se advierte a la población que no utilice agua del grifo para el consumo humano. El alcalde reunió el lunes a la Comisión Muicipal de Sanidad para informarle de esta medida, adoptada a raíz de un informe (de agosto) y un contrainforme (de septiembre) los que se corroboran los altos índices de trihalometanos (componentes cancerígenos) en el líquido elemento. El bando, lejos de haber alarmado a la población, confirma que el agua de Cortes es de calidad pésima, una apreciación que en la localidad ribera se tiene desde hace años, lo que obliga a los ciudadanos a consumir habitualmente agua embotellada.
Así que el quid de la cuestión, y lejos de alarmismos mediáticos, está en poner manos en el asunto para solucionar este problema en el que no llegan a un consenso gobernantes y oposición. Mientras unos creen que con la potabilizadora que entrará en funcionamiento a finales de este año se solucionará el problema, otros (la oposición) consideran que el problema reside en la captación de aguas del Canal de Lodosa, que habría que sustituir por el de la Mancomunidad de Aguas del Moncayo; opción ésta que convertiría a la nueva depuradora en una obra y un gasto inútiles. Desde luego, el tema del agua en Cortes es una asignatura pendiente a abordar con urgencia.
