Opinión

¿Cómo queremos que sea Tudela?

Tudela está creciendo bastante. Pero lo hace sin un criterio claro sobre el modelo de ciudad que se quiere, y sin una estrategia que marque el rumbo. Se crece a salto de mata, dejando hacer, sin que el gobierno municipal de UPN, que actúa por impulsos, haya pensado o sepa hacia dónde conduce la ciudad. No basta con tener un PGOU, un simple instrumento técnico que se cambia cuando se quiere, es preciso saber qué Tudela queremos y cómo la conseguimos. Y definir colectivamente ese proyecto de ciudad es una tarea que nuestro Alcalde nunca ha abordado.

Ante esa falta de visión y de liderazgo urbanístico, es normal que surjan múltiples problemas no previstos: calles descuidadas, tráfico complicado, falta de equipamientos y de zonas verdes, etc. Si se construye una ciudad como una simple suma de casas y calles, sin prever la movilidad futura ni planificar suficientes espacios públicos, los problemas de funcionamiento, de sostenibilidad o de convivencia, están asegurados y, además, con difícil solución una vez construidos los edificios.

La Eco-city resulta ser el mejor exponente de esa desorientación urbana que tiene nuestro gobierno municipal. Para una vez que toma la iniciativa, decide promover un pueblo -ex novo- a 5 kilómetros, al otro lado de un polígono industrial, renunciando a dedicar ese esfuerzo y ese dinero a mejorar la Tudela actual, que tanto lo necesita. Con ello, UPN rompe de hecho (con el precedente de las urbanizaciones de casetas) el modelo histórico de urbanismo en la Ribera, basado en núcleos urbanos compactos, y apuesta –contra todas las recomendaciones forales (POT) e internacionales- por una Tudela dispersa y difusa. Más cara, menos sostenible (más tráfico) y con más dificultades para la convivencia. ¿Son conscientes de ello?

Tudela está en un momento crucial de su desarrollo y, aunque se han cometido muchos errores, estamos a tiempo todavía de aprender de ellos y enderezar el rumbo. Es preciso comenzar definiendo la ciudad que queremos, debatirlo públicamente, llegar a un acuerdo y establecer una estrategia. Para ello, todos tenemos que implicarnos. Porque Tudela es resultado, por acción o por omisión, de lo que queremos los tudelanos. Aunque requerirá tiempo reconducir la situación actual, Tudela puede ser una gran ciudad. Porque tiene muchas fortalezas y oportunidades. Pero necesita de un liderazgo sólido que impulse la necesaria hoja de ruta que los ciudadanos esperan.