Opinión

CAN, una banca no cívica (Ablitas)

He dejado pasar unos días por si la CAN mejoraba su actuación "cívica" con los clientes de la oficina de ABLITAS, pero parece que no ha sido así .


Previamente a esta carta a la prensa envié unas sugerencias al Servicio de Atención al Cliente sobre el pésimo servicio de la CAN a los clientes de Ablitas: Un solo empleado en su oficina.

No he recibido respuesta a mi sugerencia y eso que en su falsa publicidad nos indica con bastante humildad: "Sólo conociendo tu opinión, atendiendo a tus sugerencias, mejoraremos nuestros productos y servicios. Porque sólo teniendo en cuenta a nuestros clientes podremos ofrecerles soluciones a medida".


La CAN no puede vanagloriarse de ser una banca cívica, al menos en ABLITAS.

No es una banca cívica porque civismo es un comportamiento respetuoso del ciudadano o de una entidad ciudadana hacía los demás (clientes, trabajadores) y esto no lo cumple. Para realizar un pequeño trámite bancario debes esperar de una a dos horas pacientemente a que te atiendan. El miércoles pasado observé que delante mía había once personas, algunas hasta habían pedido la vez como si fuese la pescadería de un gran supermercado y se habían marchado a realizar otros asuntos. Eso sí, la mayoría eran personas jubiladas y amas de casa que esperaban sentadas o de pie porque no había sillas suficientes. Las personas protestaban silenciosamente y a lo sumo amenazaban con cambiar de banco su pequeña cuenta corriente. Pero a los responsables de nuestra CAN "innovadora" no le importa, porque saben que esas voces calladas nunca van a escribir a la prensa, ni van a realizar actuaciones de protesta pública. Tampoco temen sus insignificantes sugerencias porque cuentan poco para ella.

No defiende los derechos de los clientes: "Tú eliges, tú decides". "La única entidad en la que son los clientes quienes deciden qué proyectos sociales se financian". Quizás los clientes que padecen este mal servicio elegirían que una mínima parte de las cuantiosas ganancias de esta CAN se invirtiera en mayores recursos humanos en las oficinas para mejorar el servicio al público. Así se acabaría con la pérdida de tiempo que sufren cuando se acercan a las entidades porque, aunque no lo crean, también para sus clientes el tiempo es calidad de vida. La CAN puede argumentar que "es fácil conectar en vivo y en directo" utilizando el servicio on line, pero la mayoría de sus clientes que padecen el arcaico servicio que la entidad ofrece no están iniciados en las nuevas tecnologías. "No están a la cabeza de la innovación" como la CAN