La Seguridad Social acumula déficits desde 2012 y su deuda supera ya los 86.000 millones: si fuese una empresa estaría quebrada. El Ministerio dice que "el sistema se encuentra en mejor situación que un año antes" y que "es perfectamente viable". Unido a que en nuestras cuentas tuvimos 123.000 millones de euros más de gastos que de ingresos en el 2020, lo que supone un déficit del 11 % sobre el Producto Interior Bruto. En abril de 2021 el Gobierno acaba de empeorar su previsión de crecimiento para el 2021: 1.- El Producto Interior Bruto para este año lo rebajan hasta el 6,5%, a raíz de la cuarta ola y la todavía confusa campaña de vacunación. 2.- Se estima que los fondos europeos aportarán al PIB un 60% menos de los estimado y llegarán mas tarde de lo previsto.
Las últimas cifras del Ejecutivo en octubre, pronosticaban una subida del PIB del 7,2% para 2021. Nuestro panorama es el de una España subvencionada, ahogada por la deuda y con cada vez más pobreza. El FMI estima que nuestra deuda llegará al 118,4% del PIB. La dura realidad es que se pagan una parte de las pensiones con dinero prestado (garantizado por el Banco Europeo), y que sólo tendremos solución en este sistema capitalista cuando se reactive la economía, cuando nos pongamos a trabajar y a gastar. La actividad económica terminará por llenar las arcas del Estado. La salida de la pandemia es también la salida de la economía, y confiamos en que seamos espabilados y que lo mismo que bajamos mucho en nuestra actividad económica, la recuperemos rápido y despejemos las incógnitas.
Para ello necesitaríamos sosiego, acuerdos y unirnos mas, para salir juntos de esta. Hasta ahora por lo que parece, la parte socialista del Gobierno de Sánchez sabe lo que tiene que hacer, pero no lo hace. ¿Estará esperando a lo que pase el 4 de mayo en Madrid?. Sabe que el dinero de Europa no llegará sin condiciones. El acuerdo del gobierno de coalición (PSOE+UP) no vale para dar confianza a los financiadores en las actuales circunstancias, ya era un error cuando se firmó, ahora es un imposible.
José Luís Feito de la CEOE, nos recuerda que no hay que confundir recuperación económica son la salida de la crisis. Para la recuperación se necesitan dos o tres trimestres positivos de crecimiento del PIB, entendiendo por recuperación alcanzar el nivel de PIB de antes de la crisis. Según el Banco de España el PIB español registraría ritmos de crecimiento del 6% y el 5,3% en 2021, y 2022 respectivamente. Si la realidad no mejora mucho estas previsiones, España no recuperará su nivel precrisis hasta 2023, año en el que el ritmo de crecimiento se situaría en el 1,7%. Si miramos a EEUU las previsiones es que a finales de 2022 su PIB será un 6% mayor que el que tenía en 2019.
Las previsiones anteriores parecen razonables a la luz de los acontecimientos sanitarios y económicos que conocemos a fecha de hoy. Contamos con que España invertirá parte de los fondos europeos este año y en mayor medida el año próximo, aportando uno y dos enteros porcentuales al crecimiento del PIB en 2021 y 2022. El Plan español de recuperación, transformación y resiliencia presentado por el Gobierno contiene muchas medidas de inversión bien orientadas. Pero Europa exige reformas estructurales profundas, del mercado de trabajo, de las pensiones y de la fiscalidad, pero de momento las especificaciones del Gobierno: o son ambiguas o van en la mala dirección. Esperar y ver.
