Opinión

Llamamiento a los huéspedes

Esto es una carta desesperada. Estoy harto de que los Sanfermines eclipsen la sensación que invade mi sistema nervioso el 24 de julio por la mañaña. Quizás no me haya sabido explicar bien, amigos de lejanos y recónditos lugares que lleváis ya años, pronto décadas, invitados a pasaros por tudela alguno de esos días mágicos de julio. Esa sensación es, no sé, como beberse la adrenalina mientras das el sorbo al café mañanero, como paladear la gloria una vez que el cubito de hielo del gin tonic de las siete de la tarde, trabajo acabado, chirría en su choque con los dientes. Es muy bonito.

Simplemente quería invitaros una vez más, a todos. Ya buscaremos solución para el espacio de alojamiento. Lo importante es perderse en las calles. Para lo demás ya tendremos tiempo.