Si Mario Gaviria hubiera sabido que Tesla Motors, el extravagante fabricante de coches eléctricos americano, está buscando dónde ubicar su primera gigafactoría de vehículos y baterías en Europa, tras firmar un acuerdo con el gobierno de Shanghái (China) para montar la primera fuera de EEUU, se hubiera dado de cabezazos entre nuestros ‘¿dirigentes?’ y ¿líderes?’, repartiendo collejas a troche y moche para que se movieran y trajeran a la Ribera esa inversión, ya que es lo que le falta a éste, su “Paraíso estancado”.
Todos lo comentamos constantemente... Tenemos mucho que ofrecer a ese tipo de empresas y de gentes... Sabemos vivir, comer y disfrutar, -lo dijeron Shakespeare y Hemingway-, no falta sol, ni agua, y nuestro temperamento nos permite saber compartir. Lo que ocurre es que no nos tomamos en serio y no nos creemos las capacidades y posibilidades que tenemos como para hacer real algo así.
El responsable de Tesla, Elon Musk, está interesado en Holanda y Alemania. Más de lo mismo que, si nos pondríamos, podríamos superar con creces. No nos falta rasmia, sólo creérnoslo de verdad.
