Todavía intento asimilar la decisión que ayer comunicamos y que ya hace tiempo que veíamos venir, pero que no nos queríamos creer.
Las fiestas son en esencia cariño en todas sus formas de expresión; aglomeraciones, concentraciones.... y ello imposibilita mantener las medidas de distanciamiento y seguridad necesarias en estos momentos.
En Cintruénigo llevamos las fiestas en nuestro ADN, es nuestra forma de aprender a vivir, a sentir y a recordar a los que ya no están.
La carne de gallina a las doce en el Cohete, esas lágrimas ante la Virgen de la Paz o la alegría y emoción cada día a las ocho de la tarde con la banda, la charanga y con nuestros gigantes y su tradicional baile del gigantón. Los almuerzos, las comidas, los encierros, la plaza, las verbenas, la Populacha...los reencuentros, las risas, los bailes, los brindis, los amigos, los abrazos, los besos... es imposible enumerar cada momento de la Fiestas en Honor a la Virgen de la Paz.
Mucha ilusión, pasión y trabajo que habíamos puesto para confeccionar las fiestas 2020. Valoremos como nunca la entrega de tantas personas que hacen posible esos 7 días irrepetibles.
Me emociona, también, la altura de los cirboneros y cirboneras. Unida en la tristeza por la decisión, pero inmensamente responsable y convencida de su necesidad en estos momentos tan duros que nos está tocando vivir.
Somos conscientes de las pérdidas económicas que puede acarrear esta decisión para muchos profesionales de los distintos sectores que trabajan durante las fiestas. Haremos todo lo que esté en nuestras manos para poder
ayudarles.
Sabremos darle la vuelta,
¡Ya falta menos para la Virgen de la Paz!
¡Viva Cintruénigo!
Casto Alvero
Concejal de Festejos del Ayuntamiento de Cintruénigo
