La migración es uno de los comportamientos más curiosos de las aves ya que realizan increíbles desplazamientos, en muchas ocasiones intercontinentales.
El objeto de estos movimientos es el de desplazarse a regiones donde el clima es más cálido, hay más horas de luz y alimento.
Muchas recorren miles de kilómetros. En el caso de la cigüeña blanca suele realizar más de 10.000 km. El record lo ostenta el Charrán ártico (Sterna paradisaea) con un increíble viaje de 20.000 km de ida y otros 20.000 de vuelta entre su zona de reproducción del ártico y la de invernada en el antártico. Recorriendo casi el planeta de polo a polo.
La mayoría de las aves que pasan por la península entran a ésta cruzando los Pirineos. Entre el 15 de julio y el 15 de noviembre de 2017 la Sociedad Española de Ornitología censó un total de 659.113 aves cruzando esta cordillera.
Estas aves buscan en nuestras latitudes lugares donde reposar y alimentarse por lo que es muy importante conservar en buen estado los humedales y demás áreas naturales donde ellas realizan descansos durante este periplo.
Los embalses de La Dehesa, de S. Ana, Val, el río Queiles o la Sierra del Moncayo son espacios naturales que becadas, oropéndolas, cigüeñas negras, garzas imperiales, carboneros o torcecuellos eligen para hacer una de sus paradas.
Gran parte de estas aves son insectívoras por lo que son sumamente beneficiosas al consumir cantidades ingentes de estos animalillos tan molestos. En el caso de los vencejos y golondrinas pueden llegar a comer más de 500 mosquitos y moscas al día. Teniendo en cuenta que soló la población de vencejos de nuestra ciudad podría estar en miles de individuos el total de insectos eliminados es muy considerable. Poca gente conoce la extraordinaria vida de los vencejos que, desde que sale volando el pollo de un alero del casco viejo hasta que regresa la siguiente primavera no necesitará posarse en el suelo ni una sola vez.
El Día Internacional de las Aves Migratorias (DIAM) se conmemora este sábado 9 celebra y fomenta la conservación de estas aves y sus hábitats.
Estas aves anteriormente citadas; vencejos, golondrinas y aviones nos permiten además observar en pleno casco urbano el día a día y las técnicas de vuelos de estos discretos, pero importantes animales en su medio natural.
Podemos contribuir a la conservación de las aves migratorias colocando cajas nido en nuestros jardines y huertas, moderar el uso de insecticidas y productos fitosanitarios, colaborando en el mantenimiento de la vegetación de nuestros campos y montes participando en las reforestaciones comarcales, creando o manteniendo setos vivos que ofrecen protección y alimento a las especies viajeras o plantando árboles y arbustos que ofrezcan alimento a estas aves como el rosales silvestres, espinos majuelos, moreras, endrinos, cerezos o higueras que encantan a oropéndolas o currucas.
Sensibilidad Ambiental, Ayuntamiento de Tarazona
