Opinión

En busca de diferentes opciones sin plantarse en un todo o nada, o un sí o no

En Navarra se está realizando un intenso debate sobre el presente y el futuro político de la Comunidad Foral. El PSN lidera unas conversaciones para llegar a un acuerdo que haga a María Chivite presidenta, con un programa de progreso. 

Podemos-Ahal Dugu es una de las fuerzas que están interviniendo con más dedicación en este debate, y algunos de sus dirigentes piensan que el paso siguiente lógico será pedir un asiento en el Gobierno de Navarra aupado por PSN, Geroa Bai, IE y Podemos.

Algunos pensamos que no, que eso no beneficia al proceso de acumulación de fuerzas necesario para enderezar el rumbo progresista en Navarra. Y no apoyamos entrar en el Gobierno del PSN. No entrar en ese Gobierno, pero si investir a María Chivite, para impedir que la derecha clásica vuelva a gobernar.

Son opiniones diferentes en el debate, no hay bloques afortunadamente, esa época ya pasó. Yo no observo ninguna bronca interna.

Los preacuerdos establecidos hasta ahora son interesantes, pero excesivamente genéricos, y la situación en que se encuentra Podemos es bien peculiar. La dirección regional no ha realizado autocrítica alguna por el descalabro electoral, y los restos del grupo parlamentario no han ofrecido ningún balance de los cuatro años de legislatura. Es una pena, porque son las herramientas imprescindibles para trazar una buena hoja de ruta. Podemos pierde escaños, pierde concejales, pierde militantes, pierde simpatizantes… pero no tiene por qué perder la vida. No se trata de llorar, se trata de hacer política. 

Los actuales dirigentes, se enrocan en el Consejo de Coordinación que solamente ha sido elegido por el Secretario General, y ven como salida única estar en el Gobierno de Navarra. Es lamentable. Eduardo Santos dice que, si no, no se puede hacer política, claro él debe de tener mucha experiencia gubernamental que nunca nos ha contado… osea que ninguna. Desprecian la experiencia parlamentaria, en la primera mitad de la legislatura pasada, cuando el grupo parlamentario de Podemos no estaba roto, se consiguieron cosas importantes en materia de impuestos, de dependencia, educación, etc. y se llevó a cabo una auténtica labor de control del Gobierno (al menos eso narra mi amiga Fátima Andreo, que algo sabe de eso).

Como miembro del CCN considero imprescindible hacer llegar la información y el debate a todas las personas inscritas en Podemos Navarra. Mi responsabilidad como consejero es velar por unos procesos transparentes y democráticos y solo se pueden garantizar llegando más allá de las pequeñas reuniones de militantes. Hay que dar voz a todas las voces.

Y sin aspavientos. Por eso ofrecimos un acuerdo de claro consenso en el último CCN, y se aprobó. Fue una propuesta de mi compañera Eva Calleja y yo mismo, y es claramente positiva. Se insta al grupo negociador a explorar todas las posibles opciones y presentarlas a la Asamblea Ciudadana.

Los dos buscábamos otro propósito más con esta propuesta de consenso, enseñar diferentes opciones concretas y no plantarse en un todo o nada, o un sí o no. No hay riña interna, ni tampoco sumisión a la dirección. La confianza se nutre del debate. Y en eso estamos.

No tratamos de enfrentar bloques, porque no los hay, tratamos de abrir las ventanas y que entre aire. Debate sin riña interna.

Sería de agradecer que en la redacción de las preguntas y propuesta a trasladar participen todas las personas del Consejo en un ejercicio más de inteligencia colectiva.

Algunos de la actual dirección se quejan de que el CCN se reúne demasiado estos días. Pues queridas, lo que haga falta. Se ve que a algunos les afecta demasiado el calor.

José Antonio Cruz Martínez
Publicista y pensador