Navidad es siempre tiempo de reencuentros… y de recuerdo de quienes nos han ido dejando. Este año, más que nunca en nuestras vidas, porque nunca hasta ahora la mayoría de quienes nos reencontremos nos habremos enfrentado a tantas pérdidas de seres queridos. Por eso, en estas fechas quiero subrayar la importancia de reconocernos los unos a los otros, de reencontrarnos, independientemente de las ideas que tengamos o del lugar de donde vengamos. Porque, querámoslo o no -y es mejor quererlo-, nuestro destino va unido al de todas y todos en un mundo cada vez más interconectado e interdependiente.
Estas Navidades podrían -deberían- ser el punto de inflexión en algunas actitudes nuestras, consciente o inconscientemente insolidarias o excluyentes. Por eso os animo a que cuando digamos FELIZ NAVIDAD O FELIZ AÑO NUEVO, lo hagamos tras reflexionar que eso se lo decimos -debemos estar deseándoselo- a nuestros familiares y amigos pero al mismo tiempo, a todos y cada uno de los seres humanos del planeta.
Por eso, desde el,corazón, os deseo a todas y todos: Egu berri eta Urte berri on!
