Opinión

Desacoplamiento

Es el nuevo concepto de la geopolítica global. ¿En  qué consiste? En la separación de los lazos económicos y tecnológicos entre Estados Unidos y China. En consecuencia, las dos superpotencias (Chimérica, en expresión del prestigioso historiador Niall Ferguson) estarían realizando una “ciberguerra” en el ámbito de la conexión global. Pensemos en Whatsapp; la información que guarda de todos sus usuarios es muy valiosa. Tiene sentido que China desee primero una red propia, después instalarla al mayor número posible de usuarios (por cierto, los aparatos conectados a Internet ya superan los habitantes de nuestro querido planeta). 

Por supuesto, no es sólo Whatsapp. Lo mismo ocurre en buscadores como Google, en almacenes globales como Amazon, en sistemas operativos, en terminales de móvil. En fin, es la historia del mundo. Poder, poder, poder.

¿Qué escenarios de futuro nos esperan, entonces?

Según Mark Leonard (presidente del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, ECFR), la población baraja tres hipótesis. Uno, un mundo bipolar (15% de los encuestados) formado por las dos potencias. Dos, la opción “hágalo usted mismo” (29%). Consiste en que cada país hace la guerra por su cuenta. Tres, un mundo formado por “soberanos estratégicos” (42%). En este caso, el papel de la Unión Europea sería fundamental. Eso nos lleva al problema de siempre: cómo potenciar su influencia a nivel global.

En todo caso, la mejor forma de combatir esta influencia no es mediante “desacoplamiento interno”. Para evitar este tipo de problemas en la Unión Europea es prioritario dejar insertados unos valores comunes que nunca se puedan romper para evitar amenazas que perturben la convivencia entre distintos países. Se deber buscar soluciones que no sean de suma cero; todos deben salir ganando aunque exista un coste presente para algún miembro.

Para finalizar, no olvidemos el desacoplamiento más preocupante: el que muchas personas están haciendo del virus, comportándose como si no existiese.

Personas, comunidades, países: toca acoplarse a la realidad.