Opinión

La cuesta de enero. Ideas para afrontarla

¿Cuáles son los conceptos, las ideas que deberíamos tener presentes para organizar mejor nuestros gastos a partir de enero? Bueno, la pregunta es pertinente siempre, pero es conveniente hacerla a principios de año, ya que es un momento adecuado para realizar nuevos proyectos. Otra cosa es cumplirlos, pero así al menos tenemos una excusa para hacer una conferencia. 

En mi turno, expliqué la Prospect Theory, desarrollada en 1979 por Daniel Kahnemann y Amos Tversky, reformula la teoría económica del dinero. Sus supuestos principales son dos. En primer lugar, no valoramos el dinero (y otras cosas) en función de un valor absoluto. Lo hacemos en función de una referencia. Según la teoría económica tradicional, dos personas que ganan 1.400 euros al mes tienen el mismo nivel de utilidad (o felicidad). Según la Prospect Theory, eso depende de su marco. Si la primera persona esperaba ganar 1.000 euros y la segunda 1.600, en realidad el balance es favorable a la primera (+400) en contraposición con la segunda (-200). Ahora bien, y esto es el segundo supuesto, las personas somos aversas al riesgo: es decir, en términos absolutos nos disgustan más las pérdidas que las ganancias. ¿Cuánto? El doble. En el ejemplo anterior, la alegría de la primera es igual en términos absolutos a la tristeza de la segunda.

Respecto a nuestra relación con el dinero, destacar el contraste de Ken Honda entre “dinero feliz” y “dinero infeliz”. El primero es aquel que ganamos trabajando en algo que nos gusta y lo gastamos en bienes o servicios que nos proporcionan desarrollo personal. El segundo….pues eso. Por cierto, con esta idea tan simple se han vendido más de siete millones de libros.

Carlos Medrano comentó ideas para invertir en épocas de “represión financiera”. Es decir, en épocas de políticas monetarias expansivas: tipos de interés bajos, gran cantidad de dinero en el sistema. El ahorrador está reprimido ya que no puede sacar rendimiento a su dinero.  En este contexto, debemos tener en cuenta que la bolsa tiende a estar inflada ante la gran cantidad de dinero existente en el sistema. Eso debería lleva a una inflación más alta, pero eso no ocurre debido al miedo a gastar y a que el IPC que nos dan es más bajo que el real.  Entonces, ¿cuáles son las recomendaciones de Carlos? Como instrumento, se recomienda usar el flujograma financiero vital. Una buena referencia es usar el 40% de nuestra renta para los gastos fijos domiciliados, el 50% para el día a día y el 10% (dinero del “queso”, es decir, del que sobra) para ahorrar. 

Cuando acumulamos una cantidad apreciable, por ejemplo 10.000 euros, se puede invertir un 90% en activos financieros (repartidos en una proporción del 70% para la renta variable en un fondo indexado mundial y un 30% en renta fija) y un 10% en “satélites”, es decir, cinco ideas que nos parezcan atractivas. En definitiva, los pasos son: invertir, estudiar, gestionar el riesgo, diversificar y jugar con nuestro dinero. 

José Félix se centró en la inversión (aplicación de recursos) y financiación (obtención de recursos) personal. Recordó la diferencia existente entre el TIN, que es el tipo de interés nominal referencia para los préstamos y el TAE, tipo anual efectivo y que es el interés que realmente pagamos ya que tiene en cuenta todos los gastos de la operación. A partir de aquí, se centró en dos temas.

 En primer lugar, los préstamos rápidos. Por ejemplo, si nos prestan 225 euros y devolvemos, pasados 20 días, 270 euros en realidad hemos pagado un TAE del 2686%. La cifra es asombrosa. Además, no termina ahí la cosa. Cuando realizamos una compra con una tarjeta, lo habitual es que sea de débito. No pasa nada: nos descuentan el dinero y ya está. Si la compra es con una tarjeta de crédito hay otras dos opciones. En primer lugar, nos pueden descontar el dinero a fin de mes cuando cobremos la nómina. Correcto. Sin embargo, si devolvemos el dinero en cuotas fijas o en forma de porcentaje de deuda, los números se disparan. Así que hay que tener mucho cuidado. Sí, se hacen muchos negocios por nuestra incultura financiera.

En segundo lugar, los planes de pensiones. Después de enumerar los tipos como garantizados, renta fija, renta variable y mixtos, pasó a comentar el tema de las deducciones, que han bajado a los 2.000 euros para los menos de 50 años y 5.000 euros para los mayores. Aquí el peligro se da en el momento del rescate: se acumula tanto dinero que el “sablazo” de hacienda en el momento del cobro (si bien podemos diferirlo para suavizarlo) es enorme. Carlos comentó, en este momento, que no veía mucha utilidad a los fondos de pensiones: a estos problemas se le deber añadir el tema de las comisiones. 

En fin, todo un mundo de recomendaciones útiles que permite a cada uno valorar una capacidad infravalorada: nuestras elecciones diarias. 

Javier Otazu Ojer
Conferencia realizada junto a Carlos Medrano y José Félix García el 21 de enero de 2021 en la Biblioteca de Navarra