Monarquía vs. República: desvío de atención

A fecha de hoy la única constitución que ha votado directamente el pueblo español, vía referendum, fue la aprobada el 6 de diciembre de 1978. Con un dato añadido, ahora que parece que es políticamente correcto su uso: fue aprobada por todas y todos. Todas las constituciones anteriores fueron promulgadas vía parlamentaria, sin opinión de los votantes. De ellos, porque ellas no votaban como se sabe. 

Se apunta que al rey no lo ha elegido nadie. Cierto. Pero sí se aprobo su propuesta cuando se aprobó esa constitución. Y la forma de funcionar esa institución. 

Verán, la República, la Segunda República, también fue impuesta. Porque el 12 de abril de 1931 lo que se votaba eran ayuntamientos, concejales. Y el resultado (sin entrar a considerar que muchas votaciones se repitieron mes y medio después es un ambiente rozando los 39o de fiebre republicana) fue, lo que se diría, técnicamente de empate. 50- 50% Salieron a la calle los republicanos, cierto, pero no hubo consulta pública sino que directamente se formó un gobierno provisional y se convocaron elecciones constituyentes el 28 de junio con un sufragio universal exclusivamente masculino. Eran décadas donde los procesos electorales estaban llenos de irregularidades por todas las partes algo que, por contra, podemos afirmar que hoy día ya no se ve. 

Si comparamos los cinco años que van desde 1931 a 1936 con los cinco años que van desde 1975 a 1981, las diferencias son abismales y sabemos cómo acabaron unos y otros. Y he elegido 1981 como límite por el 23-F que fue una prueba de fuego. El quinquenio repúblicano vivió numerosos golpes de estado y miles de asesinatos. El más sangriento, la llamada "Revolución de Octubre de 1934". Luego, no fue sólo uno, el que finalmente provocó la nefasta guerra civil. El quinquenio actual democrático conoció los peores años de ETA. En 1980 ETA mataba una persona cada 92 horas con 200 atentados y 95 asesinatos. En ese contexto hay que encuadrar también el 23-F. 

Por cierto, no deja de ser curiosos como las fuerzas más antiespañolas son las más favorables a esa República española. Nada más que por ello es para poner más en duda la bondad de aquel nefasto quinquenio. 

La monarquía es una institución que ha variado mucho durante milenios. Pocos saben que en España, en época de los ignorados visigodos, el rey era elegido entre sus iguales. Eso del "primus inter pares", donde una aristocracia elegía al monarca. Luego se hizo hereditaria. Y así fue durante siglos. 

Hoy día creemos que elegimos a los alcaldes y a los presidentes de gobierno o autonómicos. Pero es falso. Elegimos a la nueva "aristocracia", a concejales y diputados que se ponen de acuerdo y eligen al alcalde o al presidente. Ya estamos viendo que no es la lista más votada necesariamente. Lo vemos en ayuntamientos, gobierno foral y gobierno central. Es una democracia subrrogada. Pocos referenda se realizan para consultar temas. Prefieren elegir ellos, la camarilla. Son más manejables por terceros mediante el control de los propios partidos por grupos de interés desconocidos. 

Esta nueva "aristocracia", parte de ella, está un día sí y otro también reclamando ahora una república, elegir un "Presidente de la República". Pero callan sobre el hecho de romper, revisar, mejorar esta democracia subrrogada. Buscan más cesantías, más sueldos vitalicios para ex-cargos, más aforamientos, etc. 

Pero vayamos a temas menos prosaicos y hagamos la siguiente reflexión: - ¿Sabemos lo que cuesta la institución republicana en Francia, Italia o Portugal? por citar ejemplos cercanos. Bastante más que la institución monárquica. En algunos caso, cinco veces más. Y con el agravante que el "presidente" candidato lo será de un partido. De una parte política. El gasto de elegir al "nuevo" será otra sangría económica (el coste electoral, publicidad, medios machacando con el tema, gastos de viaje para presentarse por medio mundo como el "nuevo", reformas de la vivienda, sueldo vitalicio, etc.) 

Una casa se comienza por los cimientos, no por el tejado. Instauren una democracia plena, déjense de prebendas, paguitas, cesantías y aforamientos y pónganse a trabajar de una vez que seguimos con los problemas de fondo, de siempre, crónicos. No generemos nuevos problemas y solucionemos los viejos, los de siempre. Ni tan mala es una ni menos tiene la otra nada de bueno. ¡Virgencita, que me quede como estoy! 

Y acabo con lo que debería haber sido el principio. George Orwell, publicaba en enero de 1942, en el "New Road", su trabajo «Looking back on the Spanish War» (Recordando la Guerra Civil española). Especialmente el punto IV tiene un especial interés. Cito: 

«Me da la sensación de que el mismo concepto de verdad objetivo se está desvaneciendo del mundo. Después de todo, es probable que esas mentiras, o en cualquier tipo de mentira similar, pasarán a la historia. ¿Cómo se escribirá la historia de la Guerra Española?» 

(Fuente: https://www.orwellfoundation.com/the-orwell-foundation/orwell/essays-and- other-works/looking-back-on-the-spanish-war/) 

Es una cita sacada de contexto, cierto. Para Orwell, tanto uno como otro bando mentían. Y lo vivió directamente.