Opinión

Leer y escribir. Leer o escribir. Navidad

Precisamente, estaba enfrascado en la lectura del último libro de José Manuel Cenzano, cuando recibo la invitación para escribir “algo” (este “algo” es cosecha mía) para el especial de Navidad de Plaza Nueva. Me atrevo con el reto, pero me propongo primero acabar la lectura de “Como una nube de algodón” por conocer el desenlace final. Y aquí me encuentro, ante el ordenador, sin saber muy bien como hilvanar la cuatro ideas que se me han ido ocurriendo para el artículo en cuestión, y lleno de dudas, porque no se si seré capaz de juntar, ordenar y dar significado con palabras una idea que es pura imaginación, despúes de disfrutar de la lectura del libro que me ha confirmado la facilidad del autor para describir personajes o pintar con palabras escenarios y paisajes.

Navidad, familia, felicidad, amigos, regalos, comidas y cenas, recuerdos, consumo, fiesta... Difícil tarea la de armar el puzle de palabras y sentimientos, y más cuando uno ha perdido la costumbre de darle al teclado con asiduidad. Pero por algo habrá que empezar, y lo mejor, por el principio. Ya llevo un tercio del artículo.

La Navidad -aunque no lo creais, no la inventó el Corte Inglés- es una fiesta tradicional cristiana en la que se conmemora el nacimiento de Jesús. En estas fechas es costumbre desear a conocidos, amigos, familiares y hasta a los que coincides con ellos en el ascensor, felicidad para estos días: Feliz, Navidad, Feliz Nochebuena, o Nochevieja o Año Nuevo o Reyes. Asi debería ser todo el año. Un deseo contínuo de que los demás sean felices. ¿qué es la felicidad?, ¿somos felices?. Alguien dijo que la felicidad no es obtener todo lo que se desea, sino disfrutar de lo que se tiene. La felicidad tiene mucho que ver en cómo afrontemos la vida. Precisamente en el libro que acabo de leer, el protagonista le hace a un colega una reflexión muy interesante y que al fin y a la postre puede ser el camino a la felicidad. Permítame el autor entresacar algunos párrafos que no son para presentar una tesis, ni un máster.

-La vida se compone de alegrías y sinsabores, de gratificaciones y desgracias, de entusiasmos y decaimientos... hemos de aprender a vivir fluctuando en esta marea de acontecimientos... vivir es superar problemas o arrostrar dificultades, pero tambien crear ilusiones, comprobar que hay sueños que se realizan, hacer proyectos de vida... todo eso es vivir...- 

Vivimos en una sociedad de consumo y la publicidad nos invade y a veces nos crea ansiedad y fustración. Ver televisión en esta época, sobretodo, es desquiciante con el bombardeo publicitario a que nos somete. Antes eran los juguetes, que en su mayoría han pasado a canales infantiles, pero las colonias, qué me dicen de las colonias Hay tantas. Pues yo quiero esa en la que el caballero se lanza al mar y ella le espera en el bote. O la del marinero... ah no, la que las chicas tras el espejo se desmayan conforme se va desnudando el chavalote. Bueno, lo mejor ir probando todas y asi hacerme la colección de los frascos de diseño que sí que merecen una vitrina.

¡Ay la Navidad! Los turrones, otro problema. Antes había del blando, duro, de jijona, de nieve, de mazapán y poco más. ¡Ahora! Vas al supermercado y tienes una estantería de 4 pisos y 15 metros de larga con las incontables varidades de turrones y dulces navideños. Todos tienen la misma facultad. Engordan.

Anda que para regalar, tienes fechas al gusto. Hace regalo para Reyes era lo típico y tradicional, pero se nos han colado de rondón Papá Noél, Santa Claus y el Olentzero. ¡Viva la diversidad! En fin que pasan los Reyes Magos, se acaba la Navidad, nos ponemos a régimen y, se me acaba el artículo. Al final, leer o escribir. Las dos actividades te estimulan, te hacen pensar y disfrutar. Y tras escribir estas líneas... volveré a la lectura.