Aprovechando que las actividades que habitualmente realizamos en la sensibilización y en la defensa de nuestra ajada naturaleza están ralentizadas por culpa de la maldita pandemia, nos hemos puesto a debatir sobre un tema que nos trae de cabeza, que no es otro que el de la edad de las personas que hoy en día se acercan al mundo ecologista, bien sea como voluntario ambiental o como socia de un grupo ecologista. En la década de los años 90, fechas en las que nuestro grupo inició su andadura ecologista, una parte importante de la juventud navarra estaba comprometida con diversas actividades culturales y lúdicas, incluyendo las relacionadas con el disfrute y protección del medio natural.
Por tanto, la mayoría de las personas que se interesaban y daban el paso a trabajar en temas ambientales eran muy jóvenes, aportando a la lucha ecologista mucha ilusión y la fuerza propia de la juventud. En estas aciagas fechas, en las que cumplimos 30 años de vida, sin embargo las personas que se acercan a nuestro mundo, ya tienen una edad y ya están de vuelta de muchas cosas, buscando en la naturaleza un equilibrio y las imágenes que vivieron de jóvenes. Ojalá que nos hayamos equivocado con el análisis y la juventud navarra decida disfrutar de nuevo de su medio ambiente en plena naturaleza y no a través de una pantalla. No hay punto de comparación.
