¿Cómo se puede poner al orden a tus “yo” interiores cuando la informacion que los alimenta es de carácter muy diferente?.
El temporal, aquel que nos hace en navidad ser racionales, empáticos, solidarios, está más motivado que nunca debido a la situación actual de muchas familias algunas que incluso, conocemos de cerca.
El racional, aquel que busca el sentido común aplicada a nuestras acciones cotidianas, valorar y decidir que está bien y que está mal.
El equilibrado, aquel que intenta coordinar todos los demás y sobreponerse a todos ellos para no flaquear en el convencimiento de que hace lo que debe.
El esperanzado, el deseo irrefrenable de que en la esperanza está que lo malo acabe, para encontrar la felicidad.
El compartido, nuestra imagen de cara a los demás, esa que dice lo que llevamos dentro sin temor a equivocarnos.
En esta navidad, esta mezcla de nuestros “yo” nos hará más plurales y sobre todo, más vulnerables ante todo aquello que no comprendemos o rechazamos.
La esperanza está cargada de ilusión, de lo que desconocemos, de lo venidero, de algo que suponemos será mejor.
En el orden y control de nuestros “yo” esta la diferencia entre la paz interior y el desasosiego, solo espero que cuando no podamos tener este orden o control sepamos pedir ayuda a nuestros allegados, para afrontar el espíritu navideño con garantías e ilusión. FELIZ NAVIDAD.
