Se percibe desde hace días, un estado inusual de actividad por parte de la policía local en Tudela. Esto se traduce o por lo menos se relaciona, con más infracciones y sanciones.
Creo que al margen de la magnitud del cuerpo policial, debe de haber una diferencia sustancial en la relación directa y diaria entre el policía local y el ciudadano de Tudela. Recordemos, no hace tanto cuando llevaban un simca 1200 para patrullar, eran 36 y la ciudad con casi 25000 habitantes en 1981. Su relación con las gentes de Tudela, era cordial y muchas veces, solo advertían de la falta cometida pero “no” sancionaban.
La realidad es muy distinta, esa relación de cordialidad se ha perdido y parece, hay una carrera a ver quién pone una sanción antes o mejor, olvidando el primero de los principios que es, hacerle la vida más fácil, al ciudadano de Tudela. Esta escalada de movilidad seguro, responderá a órdenes que se basaran en uno u otro sentido pero en ningún caso será, el bienestar económico del tudelano.
Deberíamos también recordar, que las nóminas de los policías locales salen de los impuestos directos de los Tudelanos. Me cuesta creer que en aras de la seguridad, tanto si está relacionada con la pandemia o no, se pueda justificar poner 200€ de multa por aparcar mal, con lo que ello supone para un sancionado que cobra 800€ al mes o 1000.Las cosas deben de cambiar, el rol del policía local con el ciudadano de Tudela, se debe de recuperar, es la única manera de sentir que lo nuestro funciona y que dentro de nuestra ciudad, estamos protegidos.
En estos tiempos tan delicados, “los tudelanos” no necesitamos sanciones, si no control, seguridad, ayuda y sobre todo, buenas intenciones.
