Lejos queda el mes de marzo de 2020, y es que son muchos los acontecimientos que han sucedido en pocos meses, y que nos llevan a pensar que ha pasado mucho más tiempo en realidad desde que la pandemia inundara nuestro entorno.
Si nos centramos en los aspectos positivos, hemos experimentado unas tasas de crecimiento de la transformación digital que hubieran requerido una década para materializarse en cualquier otro escenario. El teletrabajo ha alcanzado su cumbre durante el confinamiento, y si bien su uso se ha visto ya reducido, han quedado evidentes sus múltiples ventajas. Confío que estas ventajas ayuden a impulsar esta modalidad de trabajo a futuro.
Además, hemos observado miles de muestras de solidaridad, y las empresas han mostrado, más que nunca, su capacidad de creación de riqueza y soluciones.
En definitiva, la tecnología y las empresas han sido y serán buenos aliados para hacer frente a los nuevos problemas derivados de la pandemia.
Para el 2022, deseo un fuerte crecimiento de la creatividad e innovación, además de un entorno de confianza para superar los múltiples retos que nos esperan.
