El pasado 18 de noviembre, con motivo del Día Internacional del Superviviente, se celebró un acto que cerró ‘Vamos a hablar de suicidio’. La campaña es un proyecto puesto en marcha por la Comisión para la prevención y atención de las conductas suicidas de Navarra (Napresui) que consistía en seis encuentros participativos a lo largo de la Comunidad Foral para sensibilizar sobre la realidad que envuelve al suicidio.
Tudela, Estella, Elizondo, Sangüesa y Tafalla fueron los lugares de encuentro para abordar y profundizar en la sensibilización a nivel general en torno a un tema sobre el que todavía no se habla abiertamente. Según los datos aportados por el Instituto Navarro de Medicina Legal (INML), en Navarra se suicidaron 58 personas en 2021, 38 hombres y 20 mujeres. Asimismo, el suicidio sigue siendo a lo largo de estos años la primera causa de muerte externa en España.
Napresui es una iniciativa pionera en el Estado creada en 2014 para el desarrollo, seguimiento e implantación del Protocolo de prevención de Navarra. La comisión está formada por agentes sociales e institucionales que abordan el suicidio desde los diferentes ámbitos que conforman su realidad: representantes de distintos departamentos del Gobierno de Navarra (Salud, Educación, Derechos Sociales, Presidencia), entidades sociales y profesionales (asociación Besarkada-Abrazo, Teléfono de la Esperanza, profesionales de la comunicación y activistas supervivientes), policiales (Policía Foral, Guardia Civil y Policía Nacional) así como miembros del 112 y del Instituto Navarro de Medicina Legal (INML). La comisión está impulsada por el Departamento de Salud, y lleva la presidencia el director general, Carlos Artundo, y a ella asisten también, tanto Salud Mental como Atención Primaria.
Además de esta herramienta interinstitucional, existe en Navarra la asociación Besarkada-Abrazo de personas afectadas por el suicidio de un ser querido. Comenzó su andadura en 2017 y desde entonces se centran en dar apoyo, orientar y acompañar a las personas afectadas por un suicidio en su entorno. Desde la comprensión de otras personas que tienen una vivencia similar.
Además, la asociación lucha por la visibilización y sensibilización del suicidio y de su duelo, la comprensión de que se trata de una realidad derivado de un problema social y no meramente de salud mental. Otro de sus ámbitos de actuación es la formación sobre el suicidio en centros educativos, servicios sociales, protocolo policial, etc. Sin embargo, una de sus máximas reivindicaciones es la creación de un Plan Nacional para la Prevención del Suicidio. Este plan supondría el abordaje integral del suicidio desde muchos ámbitos, todos ellos necesarios para intervenir y prevenir en el fenómeno del suicidio en España.
Siete mitos y creencias erróneas acerca del suicidio
“El que se quiere matar no lo dice”. 8 de cada 10 personas que se han suicidado de alguna forma lo habían manifestado. Cualquier aviso o amenaza supone un riesgo y debe ser tomada en serio, por ello hay que preguntar.
"Quien de verdad quiere suicidarse lo acaba haciendo”. El suicidio es un proceso. Conlleva tiempo hasta que se materializa en una conducta de suicidio. Los planes de prevención del suicidio demuestran que cuando se detecta e interviene los suicidios disminuyen.
“Hablar de ello da la idea de hacerlo”. Nadie se suicida porque se hable del suicidio. Es un factor de protección y prevención de primer orden porque alivia a quien lo está pensando y potencia la búsqueda de ayuda. Es la mejor forma de poder detectar y motivar a buscar ayuda a quien esté sufriendo en silencio.
“Se suicidan quienes tienen problemas mentales”. Aproximadamente un 65% de las personas fallecidas por suicidio tenían un diagnóstico de trastorno mental, constituyendo un importante factor de riesgo. En el resto no hay constancia de trastornos mentales.
"Los que lo dicen o lo intentan buscan llamar la atención”. No existen las llamadas de atención. Incluso cuando alguien lo dice sin intención real de morir es una petición de ayuda y son factores de riesgo para el suicidio.
“Quien se suicida busca morir”. No buscan morir, buscan dejar de sufrir porque no encuentran otra forma de poder seguir viviendo con tanto dolor.
“El suicidio tiene mucho de hereditario”. No hay evidencia de determinismo genético. Sí es hereditaria una predisposición genética a ciertos trastornos mentales, pero va a depender de muchos factores ambientales para que pueda desarrollarse, y no tiene por qué acabar en suicidio.
