Psicología

Septiembre: la vuelta al trabajo

Se acabó el relax y la despreocupación de las obligaciones. Llega el inicio del año laboral. Y con él la vuelta a “nuestra vida”. Esta vida para algunas personas puede no ser la vida que le gustaría tener, de ahí la “depresión postvacacional”, algo que no solo se da en adultos, sino también en niños y adolescentes. Según una investigación realizada por Adecco cuya noticia salía en el periódico Expansión el pasado día 25 de agosto; se calcula que un 30% de los trabajadores sufre o va a sufrir un síndrome o depresión postvacacional durante las próximas semanas en España. Continúa dicha noticia definiendo este síndrome: se caracteriza por la falta de energía o motivación y la tristeza (…) sus síntomas son la apatía, seguida por el cansancio o la falta de energía y concentración para realizar las tareas (…) puede llegar a causar dolor de cabeza, ansiedad o malestar general. A su vez, en un informativo médico lanzado por Mapfre, se dice lo siguiente acerca de este síndrome: es producto de que en gran parte de nuestro entorno, el trabajo se tiene por una actividad negativa, obligada y sacrificada. En las sociedades en que se considera el trabajo como algo creativo, con sentido por sí mismo y digno para el ser humano, el estrés postvacacional prácticamente no existe.

Simplemente introduciendo el término en google, encontraremos las diferentes claves y pautas que se ofrecen para prevenir y mitigar este síndrome, es decir, tratando el síntoma. Pero… ¿qué produce ese síntoma realmente?. Esta pregunta inevitablemente nos lleva a otras: ¿tan malo es mi trabajo?, ¿qué importancia real ocupa en mi vida?, ¿tan diferente soy estando de vacaciones y en mi vida ordinaria?, ¿me gusta mi vida?, ¿estoy con quien quiero estar?, ¿hago lo que quiero hacer?. Un síntoma es un mensaje, que reclama atención, no para mitigarse y “seguir como siempre”, sino para prestar atención a lo que subyace a él. Lo cual supone una profunda revisión de nosotros mismos y de nuestra vida actual.