Psicología

La indecisión

Existen diferentes tipos y grados de indecisión, siendo esta diferencia lo que hace a la indecisión algo normal o patológico. Pero en cualquier caso, no deja de mostrar lo que la persona es en ese momento de su vida.

Yéndonos al tipo de indecisiones vitales (y obviando las indecisiones superficiales), siempre nos encontraremos con una pequeña neurosis que nos bloquea el fluir vital. Tras el debido escrutinio de todas las posibilidades, frecuentemente acabaremos enfrentándonos a dos; dos vocecitas, dos ideas, dos caminos… que representan a dos personas diferentes, viviendo dentro de una. Esta es la dualidad que en momentos críticos de nuestra vida se da, en la que se enfrentan nuestro ser y nuestro ego. Generalmente nuestro ego nos empujará a “más” de lo que sea; mejor trabajo, mejor ropa, mejores vacaciones, mejor pareja, mejor posición social… que solo se consigue si “más” de lo que sea que tenga que hacer. En cambio nuestro ser se resistirá a ese “más”, y tratará de evitar complicaciones, pidiéndote quedarte con menos, conservando una cierta tranquilidad. Pero el ego responderá con enfado y descontento al ser, por querer impedirle crecer, avanzar, progresar…

Si la indecisión ante algo importante no se mitiga pronto, puede llegar a inmovilizarnos y afectar seriamente el resto de facetas de nuestra vida, e incluso impedirnos continuar con algunos quehaceres diarios. En el peor de los casos puede producir hasta un trastorno psicológico. Entonces, ¿cómo alcanzar la buena decisión?. Porque eso es lo que nos dificulta decidir; querer tomar la mejor opción.

Que un momento de indecisión profunda llegue a nuestra vida, no es sino un síntoma de un potencial cambio y crecimiento personal. En nuestra mano estará pues el decidir aquello que nos hace crecer interiormente, o exteriormente. Ésta es la lucha de crecimiento que se llevan nuestro ego y nuestro ser. Cada uno quiere crecer a su forma, y cuando se da una indecisión importante, es porque existe un conflicto importante entre nuestras dos naturalezas. Llegar a resolver este conflicto es todo un camino de aprendizaje, que hay que procurar transitar con la máxima claridad mental.