Durante el confinamiento de marzo de 2020, la vida de la sociedad en general y de los niños y niñas en particular cambió, y la interacción presencial de la infancia se limitó prácticamente a sus convivientes. En unos casos, esa convivencia fue positiva y se vivió con satisfacción al aumentar el contacto y el tiempo compartido entre padres, madres, hijas e hijos; y, en otros casos, aumentaron los conflictos existentes. Algunas familias también percibieron en los y las menores dificultades de concentración, inquietud, enfado o aburrimiento.
Después, en Navarra se recuperó la vida en los centros escolares en todas sus etapas, una situación muy positiva para su salud. Este paso permitió retomar rutinas e iniciar otras nuevas, al incorporar las medidas de prevención frente a la pandemia. Con todo, algunas familias pueden estar en una situación de mayor vulnerabilidad y requieren apoyos.
En la actualidad, la situación está mejorando aunque existan incertidumbres. En cualquier caso, el Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra ha elaborado un decálogo con las claves para reducir el impacto de la pandemia de COVID-19 en la infancia y para promover su bienestar emocional, físico y social. Este trabajo, titulado ‘Cuidando a la infancia siempre y más en pandemia’, pretenden favorecer los climas familiares que den a la infancia la seguridad emocional necesaria para que sigan relacionándose, estudiando, jugando, etc. a pesar de las dificultades actuales. Así, las y los menores podrán desarrollar su potencial con habilidades de adaptación diversas, incluida la resiliencia y afrontar los nuevos desafíos que les tocará vivir.
Cuidando a la infancia siempre y más en pandemia
- Observarles y escuchar qué dicen, qué hacen, cómo están... Dedicarles tiempo y acompañarles en su desarrollo.
- Reconocer y aceptar que en esta pandemia puedan sentir tristeza, preocupación, miedo, etc. Acoger sus emociones mostrando afecto, empatía y comprensión.
- Transmitir seguridad y confianza. Acompañar y permitir sus procesos de duelo. Siempre que se necesite, pedir ayuda.
- Ofrecer información clara, sencilla y adaptada a su edad, relacionada con la pandemia, y mantener las medidas de prevención.
- Promover y ser modelo de relaciones de buen trato en la familia, entre iguales, en el centro escolar, en todos los entornos.
- Fomentar su responsabilidad y autonomía, estableciendo límites razonables y acompañando sus aprendizajes.
- Educar en el respeto a las distintas capacidades personales, familias, culturas, religiones, formas de ser chicos y chicas...
- Cuidarles y cuidarnos, con rutinas diarias saludables: alimentación, higiene, sueño, descanso, actividad física, uso de pantallas, otras aficiones, etc.
- Enseñarles medidas de prevención de situaciones de riesgo: accidentes, violencia en las redes, abuso y maltrato.
- Dedicar tiempo al juego libre, con amigas y amigos, en la naturaleza, en familia. Disfrutar de los momentos cotidianos.