Psicología

Estrés

¿Quién hoy en día podría decir que está libre de sufrir un mayor o menor grado de estrés?. El estrés, que por ser bien conocido por todos, no necesita de ningún tipo de definición, impregna la vida de casi todas las personas hoy en día. Sin embargo, si profundizamos un poco más, observaremos que sólo las personas que viven en ciudades lo padecen. Atendiendo a la gente de ambientes rurales, podemos ver una gran diferencia en el “ritmo de vida”. ¿Cuál es esa diferencia?, es decir, ¿qué produce el estrés?. Simplemente comparando nuestra vida del día a día, con la que lleva una persona de nuestra misma edad en un pueblo, podemos hallar la respuesta: nosotros hacemos el doble de actividades. ¿Por qué?, porque la ciudad tiene más oportunidades. Y dichas oportunidades alimentan el deseo incolmable (Lacan, 1966) de nuestro ego de “más y más”.

Vemos pues, como esas “mayores oportunidades” que hicieron al hombre emigrar del campo a la ciudad, tienen un efecto secundario, que debemos saber controlar. ¿Cómo?. Empezando por darnos cuenta del estrés que padecemos, existen varias maneras: eliminando actividades de nuestro día a día; disminuyendo el ritmo con el que hacemos las cosas; no aceptando nuevas actividades cuando se nos plantean; reduciendo el número de relaciones sociales; practicando actividades que proporcionen tranquilidad o aplicando la técnica del MBSR (Reducción del Estrés Basado en Mindfulness) de Jon Kabat-Zinn, por mencionar algunas. Como vemos, todas tienen algo en común, que contradice la naturaleza de nuestro ego: “menos y menos”.