Psicología

Empresa

A menudo oímos cómo los trabajadores de una empresa, se quejan de las exigencias de sus jefes. Así como oímos a jefes, quejándose de la incompetencia de sus trabajadores. ¿Qué pasa aquí?. Este es un tema arduo de analizar, pero hay un elemento que siempre se pasa por alto; la empatía. Generalmente nuestro ego nos incapacita para ponernos en el lugar del otro, y sentir sus limitaciones, capacidades y necesidades. Este es el principal elemento que divide a jefes de trabajadores y viceversa, generando un incómodo ambiente laboral. ¿Solución?. Cuando surge el conflicto, hemos de evitar reaccionar. Esperamos hasta encontrar un momento en calma, durante un descanso (fuera de la actividad laboral si es posible), y entonces comentamos nuestro problema, con total seriedad y sensibilidad, con nuestro mayor esmero en hacer entender a la otra persona por qué nos hemos ofendido y dispuestos a comprender su postura contraria como si nos convirtiéramos de repente en él o ella. De esta forma evitamos las reacciones ofensivas y defensivas del ego, que nos separa, para encontrarnos con el ser personal que somos, y que nos une.

"El choque de intereses se produce porque sentimos lo que “está por arriba” como una obligación y lo que “está por debajo” como algo personal"

 

El choque de intereses se produce porque irremediablemente sentimos lo que “está por arriba” como una obligación y lo que “está por debajo” como algo personal. De esta forma, olvidamos que somos personas que trabajan, convirtiéndonos así en meros trabajadores, como si de elementos de una gran máquina de producción se tratara, según refleja la película “Tiempos Modernos” de Charles Chaplin.

Una empresa prospera, cuando sus miembros trabajan contentos. Y esto solo es posible si conscientemente, se reconoce a la persona que hay detrás del trabajador o del jefe, y se trata con ella, dejando la “ropa de trabajo” colgada por un momento.