Psicología

Ecopsicología

“La forma en que percibimos el mundo, marca nuestra relación con él”. Por eso dice Fritjof Capra en “La trama de la vida” que vivimos una crisis de percepción. Hemos llegado a tener tanto poder y control sobre nuestro planeta, que con nuestra visión antropocéntrica hemos olvidado que nacimos de él. Que la Tierra no es un planeta sobre cuya superficie hay vida, sino que es un planeta vivo en sí mismo. Los mismos principios en los que se basa la medicina psicosomática y la psiconeuroinmunología para atribuir el origen de la enfermedad a la disociación entre la mente y el cuerpo, son los que rigen el origen de la enfermedad en la naturaleza (calentamiento, extinción, deforestación, contaminación), por la desconexión entre el ser humano y la tierra.

Theodore Roszak introdujo la ecopsicología, disciplina que estudia este aislamiento entre los humanos y su madre, para denunciar el daño que nos estamos provocando silenciosamente, inconscientemente. Este concepto fue recogido y extendido posteriormente por Daniel Goleman con su “inteligencia ecológica”.

El vertiginoso ritmo del desarrollo científico y tecnológico que llevamos, hace que olvidemos sus primeros descubrimientos: “todas las formas de vida están unidas, creando un equilibrio perfecto”. Un principio de la ecopsicología es que cuanto más desarrollamos nuestra consciencia, más cuidadosos nos volvemos con nuestro entorno, y que cuanto más valoramos la naturaleza, más salud y felicidad conseguimos. De ahí que ya se estén llevando a cabo investigaciones sobre “el poder curativo de la naturaleza”, tal y como se titula el libro de Eva Selhub y Alan Logan donde exponen algunas de ellas.

Comprueba tú misma ese poder: ve un día a un lugar a las afueras de la ciudad, a un entorno natural, sin móvil, cuando no haya nadie. Siéntate… y contempla la quietud de la naturaleza sólo por 10 minutos. Te asombrarás del resultado.