Psicología

Consciencia política y política con consciencia

Sean cuales sean los políticos que nos gobiernen, siempre recibirán rechazo y duras críticas por un sector de la población. ¿Por qué resulta tan difícil hacer una política para el bien de todos, que satisfaga a todos?. Partiendo de la base de que nunca va a ser posible satisfacer los intereses de todos, sí es posible que todos comprendiésemos una forma de gobernar: aquella que se hiciese desde una consciencia unitaria, donde no existiese diferencia entre el “yo”, el “nosotros”, y el “ellos”. Para conseguir esto, habríamos de guiar nuestra atención hacia aquello que nos une con el resto de seres humanos, y no hacia lo que nos diferencia. De esta forma permitiremos que se despierte en nuestro interior la compasión que conduzca a la satisfacción por parte de todos, de las necesidades más básicas para no morir, para tener una vida digna, y ser mínimamente felices en este mundo, siguiendo la jerarquía que describe la pirámide de Maslow.

La política no es algo que “hacen” los políticos, sino que la ejercemos todos, por el mero hecho de vivir en sociedad. ¿Cómo?, a través de nuestra actitud y nuestro comportamiento con los demás. De esta forma, entenderé que algunas políticas que no me satisfacen, se lleven a cabo para que otros humanos tengan lo mínimo que necesitan para existir, algo que yo ya tengo satisfecho (o debería tenerlo).

Una política con compasión no puede darse si los propios políticos no tienen una consciencia compasiva, para comenzar su política desde los que más ayuda necesitan. Igualmente, una política de este tipo, tampoco será aceptada por quienes no tienen ese mismo corazón compasivo.

Un político debería ser un ejemplo de persona a seguir, alguien que verdaderamente antepone el bien común, al propio. Siendo su vida personal, el reflejo de lo que pretende que sea la vida universal. Sin embargo, jamás deberíamos exigir esto, hasta que no verlo primeramente en nosotros mismos.