Prudente y deseada Navidad
Inmaculada Blanco Blázquez nos escribe este relato breve navideño.
Te acercas. Te acercas con el deseo de celebrarte.
Te esperamos con ansia de reencuentros, mesas con manjares, hogares con nacimientos, árboles vestidos con brillantes estrellas y bolas de Navidad. Polvorones, turrones, hornos con olores a asado, panderetas, zambombas y villancicos.
Los escaparates se visten con las mejores galas, las avenidas y las calles esperan el encendido familiar.
Te acercas. Te acercas con la prudencia de celebrarte.
Los buenos deseos se hacen eco del mal tiempo vivido y escribimos con las mejores letras lo que está por llegar: amor, unión, salud para disfrutar y el color verde, el verde que te quiero vivir, Navidad.
El recuerdo y la añoranza de las luciérnagas del cielo se hace presente en nuestros corazones que, saben que pronto, muy pronto llegarás.
Navidad, tu tiempo gélido y frío se vuelve calor entrañable con el abrazo que un día, el del pasado, no pudimos recibir ni tampoco entregar y, ahora en este instante, podrás abrazar.
Desde el corazón y el sentir más sincero FELIZ NAVIDAD.