La campaña de anillamiento de alimoches en el parque de Bardenas Reales realizada a lo largo del mes de julio ha concluido con el anillamiento de diecisiete pollos. La tarea realizada por la Comunidad de Bardenas e investigadores de la Estación Biológica de Doñana en colaboración con el Grupo de Intervención en Altura de Navarra (GIAN), ha estimado también que al menos dos nidos de esta ave rapaz han podido fracasar por intrusiones de visitantes.
Los anidamientos se desarrollan tanto en la Bardena Blanca como en la Negra, siendo la primera la zona más concurrida por turistas y con la grave afección que sufren las zonas de especial protección para las aves (ZEPA) ubicadas en los entornos de Pisquerra, la Raya y el Rallón ante la falta de vigilancia y el incumplimiento sistemático de las normativas de uso de senderos turísticos tanto peatonales como de BTT.
Sin embargo, la productividad de los alimoches bardeneros en 2022 ha sido de 0,85 pollos por territorio lo que supone una cifra superior a la de los dos años anteriores. La productividad ha sido mucho más alta en la Bardena Negra (1,10) que en la Blanca (0,25). Ello puede estar influenciado tanto por la mayor disponibilidad de alimento en la Negra, fundamentalmente por el Muladar Mainate y la reintroducción de conejo, así como por las menores molestias humanas.
Desde el mes de marzo de 2022, biólogos del CSIC y personal de la Comunidad han realizado el seguimiento de la población de alimoches del parque. Como resultado, se ha determinado la existencia de diecinueve territorios ocupados en ambas Bardenas (Blanca y Negra). Este número es similar al de 2021 por lo que se puede considerar que la población es estable. Por contra, esta especie que ha tenido en Bardenas uno de sus más importantes feudos ha disminuido drásticamente en las últimas décadas.
