Moncayo

El quebrantahuesos podría volver al Moncayo

El Parque Natural del Moncayo acoge desde hace ocho meses de manera ininterrumpida una pareja de quebrantahuesos supervisada constantemente por la Dirección General de Medio Natural.
Ejemplar de quebrantahuesos sobrevolando el Moncayo
photo_camera Ejemplar de quebrantahuesos sobrevolando el Moncayo

La presencia periódica de ejemplares en dispersión de Quebrantahuesos (Gypaetus barbatus) en el Moncayo en pleno Sistema Ibérico oriental y antigua zona de distribución de la especie, no era considerado como una novedad, pero desde que la pasada primavera se observara la presencia estable de una pareja de quebrantahuesos, uno de ellos marcado (Ezka, hembra marcada en Navarra), hace que se abra una esperanza y se pueda confirmar finalmente la dispersión o nidificación en Aragón fuera de su distribución pirenaica.

Desde la detección de la presencia de estos ejemplares, el Gobierno de Aragón a través de los Agentes de Protección de la Naturaleza, está realizando un seguimiento y aportes periódicos de alimento a los quebrantahuesos presentes el Parque Natural del Moncayo, para afianzar su permanencia en este espacio, ya que el hábitat existente en este Espacio Natural Protegido satisface totalmente los requerimientos ecológicos de la especie.

Lo que constata las investigaciones previas realizadas por la Fundación Quebrantahuesos y el Gobierno de Aragón en el marco del Plan de Recuperación del Quebrantahuesos aprobado, que establecía desde el año 2003, la «Sierra de Moncayo, Los Fayos y Sierra de Armas», como Zona de Especial Protección para las Aves incluida en la Red Natura 2000 de Aragón.

El 40% de la población europea de quebrantahuesos se encuentra en Aragón, pero su distribución ha estado durante muchos años restringida al Pirineo, siendo esporádica y ocasional su presencia fuera de estas montañas, por lo que su dispersión natural o a través de diferentes proyectos de reintroducción de la especie en Picos de Europa, Andalucía o en el Maestrazgo castellonense ha sido uno de los objetivos principales de las diferentes políticas llevadas a cabo por las Comunidades Autónomas y el Ministerio de Transición Ecológica, ya que contribuiría de manera muy significativa a su conservación.

Los factores que más afectan a la conservación de esta especie catalogada en Peligro de Extinción a nivel nacional y autonómico son la mortalidad directa de ejemplares por intoxicaciones, electrocuciones y molestias humanas, a lo que hay que añadirle su reducida población, su restringida distribución, así como la lentitud y dificultad para colonizar nuevos territorios, por lo que, de confirmarse su establecimiento en el Moncayo, sería una de las mejores noticias para esta especie.