Tudela

La macrogranja de Caparroso planea su ampliación a pesar del rechazo ciudadano

La Plataforma Navarra contra las Macrogranjas ha recurrido contra las resoluciones favorables del Gobierno de Navarra.

Plataforma Navarra en contra de las Macrogranjas
photo_camera Integrantes de la Plataforma Navarra en contra de las Macrogranjas frente a la Consejería de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra

La macrogranja de vacas ubicada en Caparroso y propiedad de la empresa Valle de Odieta plantea ampliar sus instalaciones con el beneplácito de la Consejería de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de Navarra. Este departamento ha autorizado la modificación significativa de la instalación de explotación de ganado vacuno de leche y la planta de biometanización de residuos orgánicos, hecho que ha hecho saltar la alarma de la Plataforma Navarra contra las Macrogranjas que ha presentado presentar dos Recursos de Alzada contra dichas resoluciones.

Las más de quince organizaciones que conforman la Plataforma información de que la macroexplotación contó con autorización para mantener cerca de 3.500 vacas, hasta que recientemente el TSJN amplió la autorización hasta las 7.200 vacas adultas y otras cantidades de terneras de diverso tipo. De esta manera, la empresa consigue “saltarse a la torera” la ley de Sanidad Animal, que reduce el tamaño de la mayor explotación de este tipo a las 850 vacas.

A lo que añaden que, Valle de Odieta presentó a Itziar Gómez, consejera de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de Navarra, su proyecto de ampliar aún más las cabezas de ganado de la explotación hasta que alcanzar las 7.900 vacas reproductoras, 2.172 terneras menores de 1 año y 1.300 novillas. Y junto a ello presentó también otros proyectos que facilitarían esta ampliación, entre ellos la estación de depuración para ‘Tratamiento de digestato líquido en planta de biometanización de residuos orgánicos’, que quiere poner en marcha junto a su participada Hibridación Termosolar de Navarra SL. 

La empresa argumenta que con este proyecto intenta solucionar sus irregularidades medioambientales, basado en: “aplicar las mejores técnicas existentes para transformar aguas residuales y digestato líquido en agua regenerada para su empleo en riego, trasladando los nutrientes a la fracción sólida, y obteniendo agua que cumple con los más estrictos requisitos existentes”, según reproducen en una nota.

La Plataforma asegura que esto es inviable tal y como han presentado en alegaciones argumentadas por acreditados expertos en la materia contra esta propuesta de depuradora. La principal conclusión extraído es que “es imposible que ninguna de las técnicas que se describen en el proyecto, ni por separado ni en conjunto, logren depurar de forma eficiente y rentable un líquido con más de 3000 mg/litro de nitrógeno y convertirlo en agua de riego con sólo 100 mg/l, como prometen. Aún así, y habiendo visto todos los argumentos, el Gobierno de Navarra ha decidido aprobar ese proyecto”, señalan con pesar.

Contaminación de acuíferos con exceso de nitratos 

La Plataforma Navarra contra las Macrogranjas ha expuesto en rueda de prensa los motivos por los cuales se oponen y estiman inviable el proyecto.

  1. Primero y muy importante: el proyecto completo de la empresa consiste en ampliar las cabezas de ganado, necesitando para ello instalar una serie de infraestructuras. Pero para conseguir una tramitación favorable, el proyecto ha sido dividido en varios subproyectos, al menos cuatro, según ha dado a conocer la empresa: El de depuradora de digestatos (presentaron uno de los recursos de alzada), otro más complejo de varias infraestructuras diferentes, que no ha sido puesto a exposición pública lo que ha dificultado el análisis de sus impactos (relacionado con el otro recurso de alzada). Y finalmente, otros proyectos de ampliación del censo de ganado e instalación de otra depuradora en la vaquería (al primero de los cuales impusieron alegaciones hace unos meses). De esta forma, al tener que analizar de forma parcial cada uno de estos subproyectos se dificulta enormemente, sino directamente imposibilita, conocer el verdadero impacto que todo ello tendrá en el medio ambiente y en las personas que dependen directamente de él. 

Esta evaluación fraccionada del proyecto promueve además la minusvaloración de los impactos acumulativos y sinérgicos que producen los subproyectos sobre los recursos naturales. “Por ello es necesario que se paralice la tramitación de estos proyectos, se realice un análisis del impacto ambiental conjunto de todos ellos, y finalmente se presente a exposición pública dicho análisis así como todos los proyectos de manera conjunta. Es la única manera de que la evaluación ambiental pueda ser completa, tal y como establece la Ley 21/2013 de 9 de diciembre de Evaluación Ambiental”, explican con detalle.

  1. El proyecto de depuradora de digestatos, según la Plataforma, no ofrece las garantías suficientes de que vaya a funcionar realmente y tenga la capacidad de convertir la ingente cantidad de digestato a tratar, con su alta carga contaminante, en agua de calidad para riego. “No hay garantías suficientes para demostrar que este proyecto evitará los impactos ambientales producidos hasta la fecha, ni otros impactos asociados a la actividad”. Los colectivos actuantes consideran que la “única solución” a los problemas medioambientales, sociales y económicos generados por esta empresa es la reducción de la carga ganadera, junto con una transformación del modelo.

Las empresas afirman que aplican las mejores técnicas disponibles. Sin embargo, consultados los manuales de mejores técnicas para la gestión de residuos ganaderos, tanto los de la Comisión Europea, como del Estado Español, desaconsejan la utilización de las técnicas que las empresas propugnan. Los manuales indican que las técnicas propuestas por las empresas de Caparroso son de imposible instalación, por su alto coste y por su baja capacidad de reducir la contaminación por nitrógeno.

Los expertos consultados por la Plataforma llegan a la misma conclusión de que las empresas no podrán lograr una reducción del 98% de nitrógeno en los digestatos utilizando las tecnologías actuales o combinando diferentes técnicas. Esto se debe a que intentan aplicar métodos utilizados actualmente para reducir el nitrógeno en aguas residuales urbanas, pero la concentración de nitrógeno en los digestatos es mucho mayor. La Comisión Europea ha declarado que esta técnica "no es aplicable en granjas nuevas debido a los costes y posibles efectos medioambientales adversos" y la prohíbe explícitamente debido al riesgo de emisiones de óxido nitroso, una sustancia que tiene un efecto invernadero 300 veces mayor que el CO2.

  1. Además, la aplicación de estas técnicas en concentraciones tan altas de nitrógeno como las presentes en los digestatos nunca alcanzaría los niveles requeridos para el agua de riego. Un informe del Servicio de Calidad de las Aguas de la CHE ha confirmado que el uso de aguas regeneradas y estiércoles como fertilizantes agrícolas supondría un riesgo adicional de contaminación por nitratos y dificultaría el cumplimiento de los objetivos ambientales establecidos en el Plan Hidrológico del Ebro. Además, la legislación actual establece que una zona es vulnerable a la contaminación por nitratos cuando las concentraciones de nitrógeno en aguas superficiales y subterráneas superan los 25 y 37,5 mg/l, respectivamente. Dado que se espera que las "aguas regeneradas" tengan una concentración mínima de nitratos de 100 mg/l (posiblemente aún mayor), es poco probable que las concentraciones resultantes en los terrenos regados sean más bajas que los valores establecidos en la legislación.

En resumen, la Plataforma Navarra contra las Macrogranjas no cree que este proceso permita convertir la fracción líquida del digestato en agua reutilizable para riego o vertido sin riesgo de contaminación por nitratos. Lamentablemente, no existe una solución “técnica mágica que las empresas Valle de Odieta y HTN están intentando implementar”, acusan. 

Y añaden con contundencia que es responsabilidad del Gobierno de Navarra garantizar el cumplimiento de la legalidad y actuar con precaución. Al tiempo que expresan su preocupación por la postura del Departamento de Medio Ambiente, que “parece favorecer la ganadería industrial y explotar los recursos naturales en beneficio de un modelo ganadero que contamina nuestros suelos y aguas, con todas las consecuencias negativas que esto conlleva".

Creemos que se deben impulsar los modelos tradicionales de explotación, como las explotaciones pequeñas, especialmente las ecológicas y extensivas, que están vinculadas al territorio y ofrecen beneficios sociales y un bajo impacto ambiental”, concluyen.