Tudela

Gurelur reclama la recuperación de las zonas de inundación

Pide al Gobierno de Navarra la puesta en marcha de mesas de trabajo para poder gestionar el mantenimiento y recuperación de la naturaleza de los ríos navarros.

Riada del Ebro en Tudela 2021
photo_camera Ríada del Ebro en Tudela © Dr. Dron

Tras las riadas han salido a flote personas y colectivos que claman por la eliminación de los valores naturales de los cauces fluviales –orillas, árboles, playas de gravas, madres, meandros, cortados- para, dicen ellos, defenderse de las avenidas de los ríos. Hasta los más beligerantes contra el mantenimiento de los valores ambientales de los cauces fluviales tienen que reconocer que las riadas fertilizan los terrenos anejos a los ríos y crean campos susceptibles de acoger labores agrícolas y ganaderas. Un ejemplo de ello son las mejanas que ha creado el Ebro con sus avenidas. Los antiguos egipcios y los actuales saben del beneficio que aporta el río Nilo y que este país existe por su río y por sus cíclicas avenidas. De igual forma, hoy nadie entendería Tudela y otros pueblos riberos sin su mejana. Es por ello, que hay que llegar a un entente, respetando la naturaleza de los ríos y las normativas por las que se regulan los cauces fluviales. 

Desde la década de los noventa Gurelur lleva haciendo un seguimiento de todos los ríos navarros controlando principalmente la situación y evolución de los valores ambientales de las orillas de los ríos navarros y de sus zonas naturales de inundación. Este seguimiento se ha realizado a bordo de embarcaciones preparadas para tal efecto y por técnicos conocedores de los cursos fluviales y sus dinámicas naturales.                                  

“Estos trabajos nos han servido para constatar como en los últimos años las orillas, meandros y madres de los ríos navarros se han visto invadidos por campos de cultivo, granjas, industrias, infraestructuras y de todo tipo instalaciones. Esto ha supuesto la degradación y eliminación de las zonas de inundación, que como sabe cualquier lego en la materia su conservación es imprescindible para la correcta gestión de las riadas. Esta transformación también ha supuesto la eliminación de madres, meandros, cortados y playas de grava. Si se recuperasen todas las áreas inundables que se han ido destruyendo durante muchos años las avenidas no causarían las afecciones que se originan en la actualidad”, argumentan.

En este sentido, la asociación ecologista alerta que “sin la recuperación de las zonas de inundación es del todo punto imposible encauzar las riadas, independientemente de que se desarrollaran todas las actuaciones que demandan los que han acabado con los valores naturales de los ríos navarros. Cuando cae tanta agua en tan corto espacio de tiempo o tantos días seguidos, es del todo punto imposible gestionar este fenómeno natural, si para ello no se recuperan antes las zonas de inundación que les hemos arrebatado a los ríos”, recalca.

Gurelur reclama al Gobierno de Navarra la puesta en marcha de mesas de trabajo para poder gestionar desde la realidad y desde el conocimiento el mantenimiento y recuperación de la naturaleza de los ríos de Navarra. De entre las actuaciones a realizar de forma urgente hay que priorizar la recuperación de las zonas de inundación. Esta gestión la han tenido en cuenta en la vecina localidad riojana de Alfaro, donde aparte de la naturalización de una zona del Ebro han creado un cauce de alivio de 71.0002 metros para aumentar la superficie de paso de caudales en las inevitables crecidas del río Ebro.