En la visita realizada a la central eólica Cabanillas II, cuyas instalaciones vienen funcionando desde finales del año pasado, los técnicos de Gurelur han detectado, en una sola visita, 16 ejemplares de buitre leonado muertos bajo los aerogeneradores y de otros 2 más, muertos bajo dos torres eléctricas previamente corregidas por episodios similares de electrocución, habiendo afectado a rapaces de varias especies, incluyendo el Águila real.
“La ubicación de esta nueva central eólica es nefasta para aves como el buitre leonado debido principalmente a la existencia de explotaciones ganaderas en el mismo entorno, ya que éstas resultan muy atractivas para las aves carroñeras por la gran cantidad de cadáveres que se generan en ellas. A pesar de ello, se han construido otras granjas en la zona de influencia de esta central eólica después de haber sido autorizado ésta”, advierten desde esta organización. Ya advirtió Gurelur, en sus alegaciones al proyecto, la inadecuada ubicación de esta central eólica debido al uso intensivo que los buitres estaban haciendo de la zona, donde también se destacó la especial peligrosidad de uno de los aerogeneradores que actualmente se encuentra a unos cien metros de una de las granjas, y que no de forma casual, es el aerogenerador que más buitres muertos se han encontrado en la visita.
Gurelur considera muy preocupante que centrales eólicas recientemente puestas en funcionamiento como son Cavar y Cabanillas II, estén ocasionando tantas muertes sobre la fauna alada, principalmente buitre leonado, por lo que es urgente revisar los criterios que la administración utiliza para autorizar nuevas centrales eólicas, dado que nos encontramos en un momento en el que se están tramitando un gran número de centrales eólicas en nuestro territorio y en territorios vecinos.
En relación a la muerte de dos buitres en dos torres eléctricas que habían sido corregidas para evitar más electrocuciones, Gurelur ha solicitado la investigación de las causas que han motivado que los apoyos continúen siendo peligrosos para las aves, la aplicación de medidas efectivas para evitar más electrocuciones, así como la revisión del resto de los apoyos.
Es por todo ello que Gurelur exige al Gobierno de Navarra, entre otras actuaciones, la parada inmediata de la central eólica hasta que se tomen medidas que reduzcan esta gran mortalidad, el desmantelamiento del aerogenerador más peligroso, la no autorización de nuevas granjas en la zona de influencia de la central eólica, dada la incompatibilidad manifiesta que hay entre aerogeneradores y las explotaciones ganaderas, la depuración de las responsabilidades en las que hayan podido incurrir los componentes de la Consejería de Medio Ambiente, y las personas o empresas que hayan realizado los estudios ambientales presentados a este proyecto, aceptados por su Consejería a sabiendas que se iban a producir las matanzas que motivan la presentación de esta denuncia.
